El Reino Unido anunció el lunes que introduciría de aquí a 2027 un nuevo “impuesto al carbono” sobre los bienes importados con uso intensivo de carbono, procedentes de sectores como la metalurgia, el vidrio o el cemento, a raíz de un mecanismo similar previsto en la Unión Europea (UE). . “Los bienes importados al Reino Unido desde países con un precio de carbono más bajo o nulo tendrán que pagar un impuesto para 2027, lo que garantizará que los productos extranjeros enfrenten un precio de carbono comparable al de los producidos en el Reino Unido”, según un comunicado de prensa.

Este “mecanismo de ajuste en frontera de carbono” se aplicará a los productos intensivos en carbono en los sectores del hierro, el acero, el aluminio, los fertilizantes, el hidrógeno, la cerámica, el vidrio y el cemento, especifica el gobierno británico. La medida será objeto de consultas más profundas en 2024, en particular para determinar la lista precisa de productos afectados.

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Este nuevo sistema funcionará «junto con el sistema británico de comercio de derechos de emisión» -que ha tomado el relevo del mercado europeo de carbono creado en 2005 tras el Brexit-, cuya reforma también está en estudio, indicó Londres en su comunicado.

En la UE, en 2026 entrará en vigor un Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM), que también exigirá que las empresas que importan “bienes intensivos en carbono” desde los sectores del hierro y el acero hasta el aluminio, el cemento, los fertilizantes y la electricidad, paguen un impuesto sobre el CO2 emitido durante su fabricación en el extranjero. Este mecanismo nació para mantener condiciones justas de competencia entre los fabricantes europeos de estos productos -ya sujetos al mercado europeo de carbono- y otros, ante la prevista desaparición de las cuotas libres en Europa.