Una operación de Interpol contra el tráfico de armas en Asia ha provocado la detención de «más de 1.700 personas» y la incautación de cientos de armas de fuego, componentes y municiones, anunció el viernes la organización. Numerosas detenciones, más de 600, se produjeron en las provincias fronterizas entre Pakistán y Afganistán, indicó en un comunicado la organización internacional de cooperación policial con sede en Lyon, Francia.
La operación, en la que participaron diez países, permitió “comprender mejor las rutas que siguen los camiones desde Afganistán para transportar armas de fuego y municiones a Pakistán”, explica Interpol. Denominado «Trigger-Salvo II», permitió «interrumpir el tráfico de armas de fuego» en estas provincias, declaró Mohsin Hassan Butt, director general de la policía federal. “Esperamos repetir este tipo de iniciativas en el futuro”, añadió.
La lucha contra el tráfico de armas en Asia Central, Meridional y Oriental se vuelve “aún más difícil por el elevado número de armas de fuego sofisticadas en circulación, las fronteras porosas, el terreno difícil y los conflictos regionales”. Por su parte, el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, subrayó que el tráfico de armas es una lucrativa fuente de beneficios para delincuentes de todo tipo. Los controles fronterizos en el marco de esta operación permitieron identificar a trece personas objeto de una alerta roja de Interpol, entre ellas un coreano sospechoso de tener vínculos con redes de prostitución, detenido en Filipinas. En la operación participaron Brunei, China, Indonesia, Corea, Kirguistán, Mongolia, Nepal, Pakistán, Filipinas y Singapur.