El atentado que mató a un periodista de Reuters e hirió a otras seis personas, entre ellas dos de la Agencia France-Presse (AFP), el 13 de octubre en el sur del Líbano se produjo en «una zona de combate activo», indicó este viernes 8 de diciembre el ejército israelí a la AFP. .

Una investigación de la AFP sobre este bombardeo, publicada el jueves 7 de diciembre, apunta a un proyectil de tanque israelí. Una investigación de la agencia Reuters, publicada también el jueves, concluyó también que hubo fuego de tanques israelíes.

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Cuando se le preguntó sobre estos hallazgos, un portavoz del ejército israelí subrayó que el lugar donde se encontraban los periodistas era “una zona de combate activo, donde se están produciendo intercambios de disparos”. «Estar en esta región es peligroso». «El incidente está siendo examinado», afirmó este portavoz a la AFP, añadiendo que el ejército había pedido la víspera, el 12 de octubre, a la Fuerza Provisional de la ONU en el Líbano (FPNUL) «que verificara que no había ningún civil en la zona de combate».

Los periodistas habían venido para cubrir los enfrentamientos transfronterizos entre el ejército israelí y grupos armados en el sur del Líbano, donde la comunidad internacional está preocupada por el riesgo de que el conflicto entre Israel y Hamás se expanda desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza en octubre. 7.

El 13 de octubre, el ejército israelí recordó a la AFP, el movimiento libanés Hezbolá, aliado de Hamás, “lanzó un ataque contra varios objetivos en territorio israelí a lo largo de la frontera libanesa”. Ese día, el ejército israelí dijo que respondió a un disparo de misil antitanque con ataques de artillería y tanques, diciendo que quería evitar “una posible infiltración de terroristas” en Israel desde el Líbano. La AFP investigó analizando y cruzando imágenes de seis medios de comunicación presentes ese día con testimonios de periodistas, vecinos y fuentes de seguridad, y entrevistando a varios expertos en armas.

Estas siete semanas de investigaciones muestran que un proyectil de tanque de 120 mm estabilizado con aletas, utilizado exclusivamente por el ejército israelí en la región, estuvo detrás del ataque mortal y que ambos ataques iban dirigidos, según los expertos entrevistados. Los periodistas también eran claramente identificables. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, consideró el jueves «importante y apropiado» el establecimiento de «una investigación completa y exhaustiva».