Alemania es considerada un país de efectivo. Mucha gente paga en efectivo su coche, muebles, joyas u objetos de arte. Hasta ahora no existía un límite máximo para pagar con billetes y monedas. Esto cambiará en el futuro tras una decisión de la UE.

En los 27 estados miembros de la Unión Europea, se aplicará un límite superior de 10.000 euros a todos los pagos en efectivo. De este modo, la UE está aplicando normas estrictas contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. El límite de efectivo entrará en vigor el 1 de julio de 2027, tras un período de transición de tres años. Luego se aplica a todas las transacciones.

Quedan excluidos los obsequios en efectivo entre dos particulares que no se realicen con motivo de un servicio, una venta o motivos profesionales. Dado que muchos países de la UE ya han establecido límites, la UE ofrece a estos gobiernos la oportunidad de mantenerlos. Alemania se ve especialmente afectada por esta normativa, ya que hasta ahora no había ningún límite máximo.

Para los consumidores, esto significa que los vendedores ya no pueden aceptar efectivo a partir de 10.000,01 euros y los compradores ya no pueden pagar dichas cantidades con billetes. Además, los particulares que viajen hacia o desde la Unión Europea con más de 10.000 euros en efectivo en su equipaje deberán declarar esta cantidad en la aduana.

La nueva normativa también exige que se registren los datos del comprador para pagos en efectivo superiores a 3.000 euros. En Alemania esto ya se aplica a pagos en efectivo de 10.000 euros o más.

Como informa a petición el Centro Europeo del Consumidor, los límites de efectivo no son infrecuentes. Actualmente no existe ninguna normativa en Alemania, Estonia, Finlandia, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Países Bajos, Austria y la isla de Chipre. Sin embargo, en países como Bélgica, Bulgaria, Grecia, Italia y Portugal sí es así. Esta colcha de retazos debería eliminarse con normas más uniformes.

En Alemania, los minoristas deben recopilar actualmente los siguientes datos para pagos en efectivo superiores a 10.000 euros: apellido, nombre, lugar y fecha de nacimiento, nacionalidad y dirección residencial. Estos datos deben ser registrados y almacenados por el minorista.

No. En realidad, el límite superior de 10.000 euros no se aplica entre dos particulares que, por ejemplo, se dan o se prestan la suma entre sí por motivos familiares. Sin embargo, la situación se vuelve problemática en cuanto se ingresan los 10.000 euros en una cuenta corriente. Cualquiera que quiera depositar más de 10.000 euros en efectivo en su banco deberá poder acreditar el origen del dinero. Es mejor depositar esta cantidad en varias transacciones y a intervalos. Pero esto suele ir acompañado de costes adicionales, explican los expertos en consumo.

En concreto, ponen el ejemplo de una abuela que quiere regalarle a su nieto 10.000 euros para un carnet de conducir y un coche nuevo. Ella retira el efectivo de la cuenta bancaria y tiene que explicar el retiro. Si luego el nieto deposita el efectivo en su cuenta, también deberá explicar su origen al banco. Es mejor realizar el pago directamente mediante transferencia bancaria. En esta forma no hay límite superior. Las transferencias bancarias son generalmente gratuitas dentro de la Unión Europea.

Esto tiene importantes consecuencias para los propietarios. Porque además de la oficina de impuestos, otras autoridades, como la policía o la aduana, también podrían tomar nota. Si el propietario no puede explicar el origen del dinero en efectivo, habrá consecuencias penales.

A partir de mediados de 2025, la policía antiblanqueo también empezará a trabajar en Frankfurt. Se llama Autoridad Antilavado de Dinero (AMLA) y, entre otras cosas, coordinará y apoyará a las autoridades supervisoras nacionales.

En el futuro, no sólo los bancos y casinos, sino también, por ejemplo, los minoristas de artículos de lujo y los proveedores de criptomonedas tendrán que observar más de cerca a sus clientes y reportar actividades sospechosas por encima de ciertos montos de 3.000 euros.

No. La Comisión Europea subraya que la medida sólo sirve para combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Los pagos en efectivo todavía son deseables y deberían seguir siendo posibles.