(Oslo) En 2023, el planeta experimentó el mayor número de conflictos armados desde 1946, aunque, paradójicamente, el número de Estados víctimas de estos conflictos está disminuyendo, según un estudio noruego publicado el lunes.
El año pasado se registraron 59 conflictos en todo el mundo, casi la mitad de ellos (28) en África, según el informe del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (Prio).
Pero el número de países en conflicto ha disminuido, de 39 en 2022 a 34. El de muertes en combate también se ha reducido a la mitad (unas 122.000), según datos recopilados por la Universidad sueca de Uppsala en colaboración con organizaciones internacionales y ONG.
Impulsada por la invasión rusa de Ucrania y el conflicto en Gaza entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, esta cifra sigue siendo la tercera más alta desde 1989.
“La violencia en el mundo nunca ha sido tan alta desde el final de la Guerra Fría”, señala Siri Aas Rustad, investigadora de Prio y autora principal del informe que observa las tendencias durante el período 1946-2023.
«Las cifras sugieren que el panorama del conflicto se ha vuelto cada vez más complejo, con un mayor número de beligerantes activos dentro de un mismo país», señala.
Según Prio, el aumento del número de conflictos se debe en parte al grupo yihadista Estado Islámico, que se ha extendido por Asia, África y Oriente Medio, y a la implicación de un número creciente de actores no gubernamentales, como los Estados. los yihadistas de Jama’at Nusrat al-Islam Wal-Muslimin (JNIM).
“Esto hace que a actores como los grupos humanitarios y las organizaciones de la sociedad civil les resulte cada vez más difícil maniobrar […] y mejorar la vida de las personas”, argumenta Rustad.
Si el número de muertes en combate cayó el año pasado, el número agregado de los últimos tres años es el más alto de las últimas tres décadas.
Después de África, las regiones del mundo más afectadas por los conflictos armados fueron Asia (17), Medio Oriente (10), Europa (3) y América (1).