Uno de los descendientes del fundador de Hermès, la famosa casa francesa de marroquinería, quiere adoptar a su empleada doméstica para legarle parte de su fortuna de varios miles de millones de francos suizos, informó el viernes la Tribune de Genève. Con sede en Suiza, en el cantón de Valais, al sur del país, Nicolas Puech es “el mayor accionista individual de Hermès” con una participación de alrededor del 5%, explica el diario suizo.
Soltero y sin hijos, este octogenario decidió “dar un vuelco a su patrimonio” para traspasar parte de su fortuna a un “antiguo jardinero y personal de mantenimiento”, “de 51 años” y “de una modesta familia marroquí”, según la Tribune de Genève. . Según la revista Bilan, que cada año elabora un ranking de las 300 personas más ricas de Suiza, su fortuna se estima entre 9.000 y 10.000 millones de francos suizos (entre 9.400 y 10.400 millones de euros) gracias a sus acciones en la casa de marroquinería conocida por sus bolsos. y cuadrados de seda.
En una carta que data de “octubre de 2022”, este descendiente del fundador de Hermès encargó a un abogado “poner en orden su situación sucesoria”, explica el diario, que precisa que este abogado también habría sido encargado de realizar un procedimiento sucesorio. adopción, “aún en proceso”, según sus informaciones. “En Suiza, adoptar a un adulto no es imposible, pero sí inusual”, detalla el diario, precisando que si el procedimiento tiene éxito, podría heredar “al menos la mitad” de su fortuna.
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Contactada, la administración del Valais no respondió inmediatamente para confirmar o no este procedimiento. Sin embargo, este proyecto enfrenta oposición, continúa el periódico suizo. En 2011, Nicolas Puech firmó un pacto de herencia -más vinculante que un testamento- a favor de una fundación con sede en Ginebra, llamada Isocrate, que financia proyectos de lucha contra la desinformación a través de ONG que apoyan el periodismo.
Pero en “una nota manuscrita” que data de “febrero de 2023”, consultada por el diario, el multimillonario dio un “cambio de rumbo” y explicó que “tiene la intención de hacer otros arreglos testamentarios”. Contactada, esta fundación indicó que “recientemente se había enterado del deseo de su fundador de cancelar el pacto sucesorio”, pero que “no tenía conocimiento de ninguna otra disposición”.
«Este deseo de cancelar unilateralmente el pacto sucesorio parece infundado», considera esta fundación, que «se opuso dejando la puerta abierta a una discusión», insiste. La fundación lamenta que «sus actividades de utilidad pública» se vean «amenazadas en su sostenibilidad» por circunstancias «que están completamente fuera de su control», en un contexto de «conflictos interpersonales y deseos de todo tipo».