La tregua duró seis días. Una breve pausa en el conflicto entre Hamás e Israel, durante la cual equipos de organizaciones humanitarias internacionales pudieron acudir en ayuda de una parte de la población de Gaza. Porque según la ONU, los 2,4 millones de habitantes de Gaza son víctimas de la inseguridad alimentaria y 1,7 millones de personas han sido desplazadas por la guerra. Más de la mitad de las casas también resultaron dañadas o destruidas por los bombardeos.
La tregua entre las dos partes en conflicto, permitida por la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto, había sido solicitada desde hacía varias semanas por las distintas organizaciones humanitarias internacionales, como la ONU, la Media Luna Roja y el Comité Internacional del Cruz Roja (CICR). Este último deploró el pasado mes de octubre en Le Figaro las dificultades encontradas por los equipos humanitarios para intervenir en Gaza, en particular debido a la inseguridad. “Nuestros colegas han sido objeto de bombardeos varias veces”, denuncia Lucile Marbeau, portavoz del CICR. Un miembro fue asesinado justo antes de la tregua, así como su esposa, algunos de sus hijos y nietos.
“Por tanto, el alto el fuego permitió a nuestros equipos hacer su trabajo”, explica el portavoz. Lucile Marbeau recuerda firmemente que “la asistencia humanitaria no debe estar condicionada por un alto el fuego, debe ser constante. Está consagrado en el derecho internacional humanitario”.
Un total de 1.232 camiones pudieron entrar en Gaza durante los seis días de tregua, a través del puesto fronterizo de Rafah en Egipto, según informó a Le Figaro la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). Esto es un poco más de 200 camiones por día. Una cifra considerada insuficiente por Lucile Marbeau porque “antes del 7 de octubre entraban cada día 500 camiones” en territorio palestino. Estos vehículos cargados podían transportar “leche, productos alimenticios, medicinas, suministros médicos y otros materiales de socorro esenciales”, especifica la Federación Internacional. Este último también subraya que estos camiones no contenían “ningún combustible y que los camiones cisterna (fueron) enviados por separado a través de la UNRWA (la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos, nota del editor)”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, por su parte, llevó a cabo operaciones, principalmente médicas. “Nuestros colegas distribuyeron cuatro envíos de suministros médicos los días 24 y 25 de noviembre a los hospitales Nasser (en la ciudad de Khan Younis, nota del editor) en el sur de Gaza y al hospital al-Alqsa (en el centro del país), ”, informa Lucile Marbeau. El portavoz del CICR indica también que un equipo móvil de cirujanos tiene su base en el hospital europeo de Gaza. Este establecimiento se vio rápidamente desbordado durante la tregua, debido a “movimientos masivos de heridos del Norte al Sur”.
«Los cirujanos operaron en masa, incluidos muchos niños», dice. Entre las lesiones recurrentes, los médicos intentaron tratar numerosas “quemaduras” y “heridas infectadas que provocaron amputaciones”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este viernes 1 de diciembre de 111.000 casos de infección respiratoria aguda y 36.000 casos de diarrea en niños menores de cinco años registrados entre los desplazados desde el inicio de la guerra. Pero lo más difícil para los médicos sigue siendo “la falta de material médico, en particular ortopédico y para tratar quemaduras graves. Pero también anestésicos y analgésicos”, añade Lucile Marbeau.
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Desde que se anunció el fin de la tregua el viernes por la mañana, se han reanudado los bombardeos en la Franja de Gaza. El Ministerio de Salud de Hamás informó a mediodía de “más de 100 muertos”, incluidos niños, en varios bombardeos israelíes en territorio palestino, cifra que no puede ser verificada por una fuente independiente. El jefe del CICR, Robert Mardini, lamentó rápidamente la reanudación de los combates que sumieron a Gaza en una “pesadilla”.
Por tanto, la ayuda humanitaria vuelve a estar amenazada, advierten las distintas organizaciones internacionales. «No ha entrado ningún camión de ayuda desde que se reanudaron los bombardeos israelíes, pero están en marcha los preparativos para la evacuación de varios heridos y la entrada en Gaza de los habitantes de Gaza que estaban atrapados en el extranjero», afirmó a la AFP Waël Abou Omar, jefe de comunicación de Rafah. Terminal. “Las partes en conflicto siempre tienen la obligación de proporcionar un mínimo de asistencia vital a la población”, recuerda Lucile Marbeau. El portavoz asegura que el CICR “seguirá dialogando con Hamás e Israel para organizar operaciones humanitarias seguras”.