(París) “Tristeza enorme”, “voz singular”, “leyenda de la canción francesa”: Francia lamenta el miércoles la desaparición de Françoise Hardy, uno de sus últimos iconos de los años sesenta, anunciada la víspera.
“Mamá se ha ido”: con estas sencillas palabras en sus redes sociales, junto con una foto suya de niño con su madre, su hijo Thomas Dutronc oficializó la noticia el martes por la noche.
Esta muerte, a los 80 años, tras luchar contra un cáncer que apareció en 2004, se produce casi un año después de la de Jane Birkin (julio de 2023), otro icono de los años sesenta.
“Cómo decirte adiós”, su estandarte de 1968, regresa el miércoles en los titulares de la prensa y en los homenajes en las redes sociales.
“¿Cómo le digo adiós? », publicó Rachida Dati, ministra de Cultura, elogiando una “leyenda de la canción francesa”.
“Ícono francés, voz singular y de feroz tranquilidad, Françoise Hardy habrá sacudido a generaciones de franceses para quienes permanecerá anclada en momentos de la vida”, saluda el Primer Ministro Gabriel Attal.
“La elegancia” de sus “murmullos armoniosos resonará para siempre en los corazones de niños y niñas de todas las edades”, escribe el músico Jean-Michel Jarre. “Acaba de irse alguien a quien amaba infinitamente”, confiesa el cantante Julien Clerc.
Un guiño a su éxito instantáneo en 1962, el año en que cumplió 18 años: más de dos millones de copias vendidas de All the Boys and Girls, que Françoise Hardy había escrito y compuesto, algo raro en aquella época.
Le décès de l’artiste ébranle la France (« C’est toute mon enfance », confie Gabriel Attal, « Vos chansons n’ont jamais cessé de m’accompagner », se désole le chanteur Patrick Bruel), mais résonne bien au- de la. Si Jane Birkin era la inglesa favorita de los franceses, Françoise Hardy era la francesa favorita de los anglosajones.
En el ranking de las 200 mejores cantantes de todos los tiempos de la revista estadounidense Rolling Stone en 2023, fue la única representante de Francia.
Escrito por Serge Gainsbourg, Comment te dire adieu será versionado, con ritmo de baile, por Jimmy Somerville, ex líder de Bronski Beat, veinte años después.
En 1994, el grupo Blur la invitó a su título Hasta el final (La comedia).
“Es el momento del amor, el tiempo de los amigos y de la aventura…”, canción de 1962, también aparece en la banda sonora de la película Moonrise Kingdom (2012) de Wes Anderson.
No sorprende, entonces, ver a la leyenda del rap estadounidense Chuck D (Public Enemy) rendir homenaje a la mujer cuyos discos han alegrado a los “buscadores del ritmo en los Estados Unidos”.
Françoise Hardy no era simplemente una voz delicada o la mitad de una intrigante pareja de celebridades que formó con Jacques Dutronc.
También fue embajadora de la elegancia francesa y del pop a nivel internacional, un “ideal femenino” para Mick Jagger, una figura de fantasía para Bob Dylan o David Bowie.
En los desenfadados años sesenta destacaba su melancolía. Su físico andrógino y su moderación se alejaban de las formas y la exuberancia de Brigitte Bardot (hoy 89 años). Ella presagiaba a las modelos esbeltas que pronto invadirían las pasarelas.
Musa de la moda sin quererlo nunca, la cantante lucirá a la perfección vestidos de listones futuristas de Paco Rabanne.
Su flequillo (luego lució un corte juvenil) apareció en las portadas de las revistas. La artista fue fotografiada por primera vez en Francia por su entonces novio, Jean-Marie Périer, y a nivel internacional por el famoso William Klein.
Su gran historia de amor se llamaba entonces Jacques Dutronc (hoy 81 años), que también acaba de sacudir las listas con Et moi, et moi, et moi (1966). Tendrán un hijo, Thomas, él mismo cantante.
Pero su relación es motivo de desilusión debido a la distancia que pone el dandy de la canción francesa.
Esta vida matrimonial agridulce impregnará toda su obra, desde Personal Message, un gran éxito de 1973, compuesto con Michel Berger, hasta Nobody Else, título del último álbum homónimo de 2018.
A pesar de su separación, sin divorcio, un vínculo real todavía lo unía a Jacques Dutronc.
Françoise Hardy, para quien cantar no era algo natural, abandonó rápidamente los escenarios.
Esta entusiasta de la astrología, nacida bajo el signo de Capricornio, habló con franqueza sobre su cáncer. Y la idea del fin.
“La muerte es sólo la del cuerpo, que es de esencia material. Al morir, el cuerpo libera el alma que es de esencia espiritual. Pero lo cierto es que la muerte del cuerpo es una prueba considerable y la temo tanto como todos los demás”, confió a la AFP.