(Dakar) El primer ministro guineano, Amadou Oury Bah, se negó el miércoles a comprometerse formalmente con el regreso de los civiles al poder en 2025, mientras que la salida de los militares inicialmente prevista para finales de año ya ha sido pospuesta.
Amadou Oury Bah afirmó la necesidad de establecer primero un registro electoral “indiscutible”, aunque haya sido motivo de disputas en el pasado, y de organizar un referéndum constitucional antes de finales de 2024, como hizo el jefe de la junta, el general Mamadi. Doumbouya, según él, está comprometido con ello.
Después del referéndum, “todo lo demás se puede hacer de manera concertada, porque las condiciones más difíciles quedarán atrás a partir de ese momento”, dijo a Radio Francia Internacional.
Pero en repetidas ocasiones no llegó a garantizar categóricamente que las elecciones se celebrarían en 2025.
Amadou Oury Bah es casi el único que se pronuncia sobre estas cuestiones, sobre las que la junta en el poder desde el golpe de 2021 guarda silencio.
Dijo que se oponía a levantar la prohibición de seis estaciones de radio y televisión, la última represión impuesta a los medios por la junta en mayo.
“Por el momento no estoy dispuesto a seguir este camino”, declaró, mientras la censura de estos medios de comunicación particularmente populares provocaba protestas.
El jefe del gobierno instaurado por la junta se pronunció también sobre las tensiones entre la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) y los países miembros de la Alianza de Estados del Sahel (AES), Malí, Burkina Faso y Níger. Estos tres países también están dirigidos por soldados que llegaron al poder mediante golpes de estado y anunciaron en enero su retirada de la CEDEAO, de la que Guinea también es miembro.
“La existencia de la AES y su integración en la CEDEAO no son en absoluto contradictorias, e incluso pueden ser complementarias”, afirmó Amadou Oury Bah.