El aumento de los casos de tos ferina, que apareció por primera vez en Estrie y Chaudière-Appalaches, sigue ganando terreno en toda la provincia. Por tanto, las autoridades invitan a la población a tomar las precauciones necesarias.

Los niños menores de seis meses corren mayor riesgo de sufrir complicaciones. Pueden experimentar apnea, frecuencia cardíaca lenta, lo que puede llevarlos gradualmente a cuidados intensivos e incluso a la muerte.

La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa, transmitida principalmente por gotitas proyectadas al aire. Las personas infectadas son contagiosas durante cinco días después de recibir tratamiento con antibióticos, pero este período de contagio puede durar hasta tres semanas en ausencia de medicación.

Para la epidemióloga Caroline Quach-Thanh, este aumento de los casos de tos ferina en Quebec «no es inesperado», ya que se trata de una enfermedad denominada «cíclica». Los picos de infección normalmente ocurren cada cuatro años, el último registrado fue en 2019.

Según el Dr. Quach-Thanh, las cifras que experimenta Quebec actualmente se parecen en general a las del pasado. Sin embargo, los jóvenes de 10 a 19 años son los más afectados, a diferencia de años anteriores donde los menores de seis meses eran los más afectados.

Por ello pide la vacunación de los niños más pequeños y de las mujeres embarazadas.

La secreción nasal y la tos persistente son síntomas comúnmente asociados con la enfermedad. Los ataques de tos pueden durar desde varias semanas hasta un mes.

Por lo tanto, el Dr. Quach-Thanh invita a cualquier persona que presente síntomas a hacerse la prueba y a usar una mascarilla para limitar la transmisión. También se pide a las personas sintomáticas que no estén cerca de niños muy pequeños.

La mayoría de los nacidos en Quebec han sido vacunados gracias a un programa de protección contra la tosferina disponible desde 1946 y, por tanto, no son objeto de una nueva administración de la vacuna.