Los bergamascos llegan a Marsella llenos de confianza. Con una campaña europea impecable. Comenzó con una fase de grupos controlada, acabó en la primera posición del grupo por delante del Sporting Portugal, sin haber sufrido la más mínima derrota. El club portugués que encontró, por casualidad del empate, y eliminado en los octavos de final, en particular con una victoria en casa por 2-1 en el partido de vuelta (resultado acumulado: 3-2, Atalanta). Pero qué decir del doble enfrentamiento contra el Liverpool (marcador acumulado 3-1 Atalanta) y de la victoria 3-0 en el ambiente legendario de Anfield. Una actuación que les sitúa como serios competidores por el título. Presentación.
Además de la Europa League, los jugadores de Gasperini ocupan actualmente la sexta posición en la Serie A, a 2 puntos de la Roma. Pero con un partido menos están en una posición favorable para la clasificación directa a la Liga de Campeones. La que sería sólo la cuarta clasificación en la C1 en la historia del club de Bérgamo. El Atalanta de Bérgamo también jugará la final de la Copa de Italia el 15 de mayo (21 horas) contra la Juventus de Turín en el Estadio Olímpico de Roma. Una clasificación obtenida gracias a una sólida actuación que les llevó a eliminar al AC Milan en el cuarto y a la Fiorentina en la mitad.
Lea tambiénOM-Atalanta Bergamo: ¿a qué hora y en qué canal ver el partido de ida de las semifinales de la Europa League?
A pesar de estar presente en tres competiciones y partidos cada 3 días, Gian Piero Gasperini supo gestionar su plantilla para que sus jugadores llegaran en las mejores condiciones posibles a este momento decisivo de la temporada. El experimentado técnico pudo rotar su plantilla durante la victoria por 2-0 contra el Empoli este fin de semana, dando descanso a jugadores veteranos como los centrocampistas De Ketelaere y Koopmeiners o el delantero Scamacca que regresaba de una lesión. Un descanso que vendrá bien a los jugadores del Atalanta, ya que la filosofía de juego de Gasperini se basa en la intensidad y el volumen de carrera. Un elemento que contará en el doble enfrentamiento contra los marselleses, sobre todo cuando sabemos que, por su parte, los olímpicos no se han librado de las lesiones y de la secuencia de partidos de las últimas semanas.
Esta buena temporada, la afición del Atalanta se la debemos, en particular, a personas fuertes que sostienen el colectivo. La aportación de Charles De Ketelaere (23 años, 12 goles 8 asistencias), que llegó cedido procedente del AC Milan este verano, o la irrupción del holandés Teun Koopmeiners (26 años, 15 goles y 5 asistencias) en el centro del campo aportan creatividad y técnica a un juego que parecía más predecible la temporada pasada. Asociado al técnico Mario Pasalic (ex Mónaco), el centrocampista es el punto fuerte de la selección italiana. Para marcar goles, Gasperini puede contar con Gianluca Scamacca, el delantero italiano de 25 años, que podría haber fichado por el PSG en el verano de 2022, llegado procedente del West Ham este verano por unos 25 millones de euros. En casa, reúne todos los criterios de un delantero moderno, cómodo tanto en el juego en equipo, de espaldas a la portería, como en la finalización (16 goles y 5 asistencias esta temporada). C’est lui qui a mis son équipe sur orbite face à Liverpool en marquant un doublé de pur numéro 9. Un temps incertain pour la rencontre de jeudi face à l’OM, il devrait finalement tenir sa place et être titulaire à la pointe de su equipo.
Si el Atalanta Bérgamo está a este nivel se lo debe en gran medida a su entrenador desde 2016, Gian Piero Gasperini. Es uno de los estrategas más respetados del fútbol italiano, algunos incluso lo llaman la “escuela Gasperini” por todos los entrenadores en los que ha influido. Este respeto lo debe sobre todo al estilo que da a sus equipos. Un estilo que se basa en una táctica que prácticamente no ha cambiado desde su llegada: marcaje individual, anticipación, agresividad, gran volumen de carrera y proyección hacia adelante. Si a veces ha aguado el vino, como este año en el que el marcado individual es más flexible, nunca se ha desviado de su directriz, a veces incluso si eso significa crear tensiones con sus dirigentes. Especialmente durante ciertos períodos de transferencia, su grupo a menudo se ve despojado de parte de su plantilla. La culpa es del modelo del club basado en la reventa de jugadores adquiridos a bajo coste.
Si el balance del Atalanta ha sido muy positivo desde el inicio de los años Gasperini, clasificándose para la final de copa, la fase final de la Liga de Campeones y la Liga Europa, todavía falta un elemento para la felicidad de la afición: un trofeo. Aparte de las de campeón de la Serie B obtenidas 6 veces, el Atalanta Bérgamo sólo ha levantado una copa en su historia. La Copa de Italia en 1963, hace 61 años. Una observación que a menudo es motivo de burla en Italia y a la que los jugadores lombardos sin duda querrán poner fin. Para ello, arranca desde el Vélodrome este jueves a las 21 horas.
MIRA TAMBIÉN – Contra el Atalanta, el OM apunta a la cuarta final de la Europa League de su historia