(Montreal) En términos de transporte público en Montreal, la serpiente se muerde la cola desde el final de la pandemia de COVID-19, revela un estudio de la Universidad McGill.

Este estudio de caso analizó datos de pasajeros y operación de 169 líneas de autobús transmitidos por la Société de transport de Montréal (STM) en 2018 y 2022, para comparar los cambios (antes y después) de la pandemia.

Fue producido por Ahmed El-Geneidy, profesor de la Escuela de Planificación Urbana de la Universidad McGill, y Paul Redelmeier, asistente de investigación, y publicado en la revista Transportation Research Record.

La primera observación es que el número de usuarios del servicio de autobús STM ya no es el mismo que antes de COVID-19. Los datos más recientes del STM, de 2023, revelan que el número de usuarios de todo su sistema se encuentra en casi el 80% del nivel prepandémico.

Le télétravail et l’utilisation de modes de transport individuels, comme la voiture ou la bicyclette, ont mis la puce à l’oreille des chercheurs qui ont décidé de creuser le sujet, indique Meredith Alousi-Jones, qui fait partie de l’équipe de investigación. «Sabíamos que iba a tener un impacto en la forma en que la gente utiliza el transporte público, especialmente para ir a trabajar».

Por tanto, según el investigador, no hay que subestimar el impacto que la COVID-19 ha tenido en el transporte diario en las grandes ciudades, lo que ha provocado un cambio cultural entre los usuarios. Estos últimos también son más sensibles a las caídas del servicio que antes de la pandemia, aunque éstas produzcan rápidamente un efecto disuasorio. “La gente pide un mejor servicio”, resume Meredith Alousi-Jones.

Así, los investigadores concluyen que es necesaria una mayor inversión para que la gente haga del autobús su medio de transporte favorito en la isla de Montreal.

Hacer más, y rápidamente, si queremos salir del círculo vicioso, ya que los investigadores creen que los recortes «podrían desencadenar una espiral infernal y conducir en última instancia al colapso del sistema de transporte», mientras que estos, causados ​​por déficits presupuestarios, generan una caída en número de pasajeros, lo que luego conduce a otros recortes.

Meredith Alousi-Jones estime que cet effondrement n’est pas pour tout de suite, mais qu’il est important de le garder en tête afin de trouver d’autres sources de financement pouvant mener à une augmentation de service, plutôt qu’à une disminución.

La STM lleva varios años atravesando una crisis financiera. El pasado mes de marzo anunció una reducción de 85,6 millones de euros en su gasto, afirmando que esto no tendría impacto en su oferta de servicios.

En un comunicado de prensa publicado tras el anuncio del presupuesto provincial 2024-2025, la empresa pública denunció la falta de compromiso del gobierno ante la crisis de financiación del transporte público y advirtió a la Coalición Avenir Québec que “ no será posible repetir este ejercicio de presupuesto recortes a tan gran escala en 2025”.

“Posicionar ciertas rutas como que ofrecen un servicio frecuente es una buena manera para que las empresas de transporte hagan que su sistema sea más fácil de usar. De hecho, los usuarios saben que estas líneas son fiables y que no tendrán que consultar los horarios”, afirma Ahmed El-Geneidy, en el sitio web de la Universidad McGill.

En su informe de 2023, el STM menciona que solo las 31 líneas frecuentes representan más del 50% del número total de pasajeros actual.

Los investigadores enviaron los resultados de su análisis al STM, pero creen no haber recibido respuesta. Por su parte, la empresa de transporte no estuvo disponible este fin de semana para responder a una solicitud de comentarios de The Canadian Press.

Ahora, el equipo de investigación de la Universidad McGill está trabajando en un estudio a largo plazo sobre los impactos del Réseau express métropolitain (REM) en la salud y el bienestar de los habitantes de Montreal.