(Brasilia) El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, adoptó una medida destinada a combatir las organizaciones criminales que contribuyen a la deforestación del Amazonas, pidiendo a su gobierno que demuestre “agilidad” en su rápida implementación.
«Nunca en la historia de Brasil habíamos pensado en tomar una medida tan extraordinaria para cuidar la Amazonía como ahora», dijo al firmar la medida el lunes en Brasilia.
Se conceden 318 millones de reales (54,6 millones de euros) para reforzar la seguridad en la Amazonía, un territorio de 6,3 millones de kilómetros cuadrados, el 60% del cual se encuentra en Brasil.
Este paquete forma parte de un plan lanzado el pasado mes de julio con un presupuesto total de 1.200 millones de reales.
El presidente brasileño advirtió que si implementar la iniciativa toma demasiado tiempo, no podrá completarla antes de que finalice su mandato a fines de 2026.
«Si se necesita un año más (para su implementación), finalizaremos el mandato sin haber puesto en práctica el plan», advirtió, pidiendo al gobierno que muestre «agilidad».
La iniciativa, titulada «Plan Amazonía: seguridad y soberanía», tiene como objetivo, en particular, reforzar los equipos, como barcos y helicópteros, destinados a proteger la mayor selva tropical del planeta.
El plan también prevé la instalación de un centro de cooperación policial internacional en la ciudad de Manaos, en el corazón de la Amazonía brasileña, donde trabajarán agentes de los servicios de inteligencia de países en los que también hay selva tropical.
El proyecto está financiado por el Fondo Amazonia, una iniciativa internacional destinada a proteger el bosque tropical y de la que Noruega y Alemania son los principales donantes.
Aunque la deforestación en la Amazonia brasileña se redujo a la mitad el año pasado, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo que la comunidad internacional todavía tiene mucho que hacer para proteger la selva tropical.
«Si el mundo no hace su parte reduciendo las emisiones de CO2 basadas en el uso de combustibles fósiles, de todos modos perderemos la Amazonia», advirtió.
El presidente Lula ha prometido poner fin a la deforestación ilegal en Brasil para 2030.