(Ottawa) Le ministre fédéral de l’Immigration, Marc Miller, a reproché au premier ministre François Legault de faire « des amalgames qui sont injustes et déraisonnables » lorsqu’il continue d’attribuer aux immigrants temporaires « 100 % » de la crise du vivienda.
“No niego el volumen, pero sí una exageración. […] Creo que es suficiente para endulzar las espaldas de los inmigrantes”, dijo el martes a su llegada a la reunión del Consejo de Ministros.
Miller afirmó creer que el Primer Ministro Legault “inventa sus cifras, inventa la causalidad”, y luego dejó caer – insistió en broma – que “el 100% de las personas que confunden correlación y causalidad terminan muriendo”, que era la proporción mencionada por el Sr. Legault.
En una entrevista difundida el lunes por Radio-Canadá, el Primer Ministro afirmó que Quebec acoge a 270.000 inmigrantes temporales más que hace dos años y que sin ellos “ya no habría crisis inmobiliaria”.
Dijo que no descarta celebrar un referéndum para repatriar poderes de inmigración si Ottawa se niega a reducir el número de inmigrantes temporales en un 50%, lo que, según dijo, es nada menos que una “emergencia nacional”.
El ministro Miller responde que si bien está “claro” que el volumen de inmigrantes afecta la asequibilidad y los precios de la vivienda, están lejos de ser los únicos factores.
“Los tipos de interés no sólo están vinculados, ni mucho menos, a los inmigrantes. No les felicitamos por la bajada del tipo de interés”, puso como ejemplo.
Desde la reunión entre el Primer Ministro Legault y su homólogo federal Justin Trudeau la semana pasada, Ottawa ha repetido que Quebec tiene en gran medida el control sobre la inmigración temporal.
Al final de la reunión, el Sr. Legault no había cerrado la puerta a reducir el número de inmigrantes en los programas bajo control provincial, pero parecía expresar ciertas reservas. Según él, estas no son las categorías más preocupantes y la pelota está esencialmente en el tribunal federal.
“Nos gusta tener estudiantes, jóvenes cualificados y que luego se quedan en Quebec”, mencionó en particular.
Ottawa se comprometió entonces a pagar 750 millones a Quebec para compensar la acogida de solicitantes de asilo en su territorio.
El gobierno federal también había prometido procesar más rápidamente los expedientes de los solicitantes de asilo y alentar su “desplazamiento voluntario” a otras provincias canadienses.