Lo llevaban pidiendo desde hacía semanas. Los pescadores franceses se beneficiarán de la ampliación de la ayuda de 20 céntimos por litro de combustible en el marco europeo que la autoriza hasta el 30 de junio de 2024, anunció Emmanuel Macron el martes durante la conferencia de economía marítima en Nantes. Esta ayuda, que expiró el 31 de diciembre, se aplicará hasta un tope de 335.000 euros por empresa. «Estos 20 céntimos se combinarán con las ayudas que hemos obtenido de varios grandes grupos, Total y otros, lo que significa que tendremos una ayuda excepcional que nuestros pescadores nunca habrán tenido en combustible», aseguró el presidente de la República.

El sistema europeo permite a los Estados miembros ayudar a los pescadores que se enfrentan al aumento vertiginoso de los precios de la energía en el contexto de la guerra en Ucrania. Según el comité nacional de pesca, el diésel cuesta hasta el 40% del volumen de negocios de los propietarios de pesca. Al frente de una flota envejecida que ha perdido más de una cuarta parte de sus buques en 20 años, los profesionales más afectados por las consecuencias del Brexit pidieron el mantenimiento de esta ayuda de emergencia.

Más allá de este “balón de oxígeno” a “corto plazo”, el presidente recordó que quería dotar al sector pesquero francés de una “estrategia de modernización”. “Porque es el mismo desafío para nuestra pesca que para nuestra agricultura: no tiene sentido ser cada vez más exigentes con los productores si detrás de nosotros permitimos que cada vez se importen más productos pesqueros y del mar que provienen de potencias que no No respetamos estas reglas”, explicó. Recordando el lanzamiento «de aquí al próximo verano» de un «contrato real para la transformación de la pesca francesa», mencionó «varios proyectos». En la cuestión del precio del pescado, la ausencia de un precio remunerativo hace que los jóvenes sean «reticentes» a abrazar el sector, citó, evocando también una mejor distribución del valor de los márgenes.

El Jefe de Estado también quiso “modernizar las subastas”, porque hoy “cuesta menos desembarcar en Escocia o Irlanda y transportar las capturas en camión a Francia”. «Como resultado, tenemos una huella de carbono desastrosa, tenemos un balance económico que no es el correcto», lamentó, deseando revisar también «la gobernanza del sector», hoy «demasiado compleja». Por tanto, se debatirán todas estas cuestiones para decidir «cómo utilizamos adecuadamente las ayudas y las inversiones que seguiremos realizando y, en particular, los 700 millones de euros» generados gracias a la energía eólica marina entre 2023 y 2035.