Xavier Mantha, copropietario de la empresa Vers Forêt, cuya misión es dar a conocer los comestibles forestales, llama a la rueca la “planta de tienda de conveniencia”. Por qué ? “Porque hay muchas partes comestibles en la espadaña. » Sin embargo, si cosechas esta planta compuesta por un tallo largo, hojas en forma de cinta y flores con púas para comerla, debes elegir el lugar de recolección con cuidado. “La espadaña es un bioacumulador de contaminación y metales pesados. Debes asegurarte de recogerlo en lagos o ríos donde no haya demasiada actividad humana. »

Junio ​​es el momento perfecto para cosechar corazones de espadaña. Para ello no debes tener miedo de mojarte. “A veces tengo agua hasta el ombligo”, ríe Xavier Mantha. Esta recolección “bastante deportiva” se realiza en el barro, a menudo entre moscas. “Agarras la rueca por la base y luego tiras de ella en un pequeño ángulo. » Al dejar los rizomas, es decir las raíces horizontales, en su lugar, permitimos que emerjan nuevos brotes, explica. Muy abundante en determinadas regiones de Quebec, la espadaña es, sin embargo, sensible a la invasión del carrizo común. Es mejor evitar elegirlo donde la competencia es fuerte.

Antes de poder comer los corazones de espadaña, hay que pelar la planta recolectada; con las hojas se pueden hacer cestas, por ejemplo. Retiramos de esta forma las capas fibrosas hasta llegar al corazón, que queda blanco y tierno. Para consumir esta parte, debes recoger la espadaña antes de que florezca, de lo contrario su centro quedará demasiado duro. “Puedes comer tu corazón fresco. Queda muy bueno en ensalada, escaldado en tortilla o así”, afirma Xavier Mantha. A través de Vers Forest vende corazones de totora marinados en vinagre de sidra con sal marina. El sabor es similar al del palmito.