Si le gusta comer bien, probablemente ya conozca Chasse-Marée, esta conservera que ha puesto el bourgot quebequense en un entorno que nunca le había sido ofrecido: una bonita conserva, que claramente atrae a los gourmets que no se avergüenzan de pagar más por un producto local y de calidad. El año pasado, en el segundo año de comercialización de Chasse-Marée, se vendieron aproximadamente 25.000 cajas de bourgots en Quebec. El molusco se ofrece en tres sabores.

Detrás de Chasse-Marée hay dos empresarios: el oceanógrafo Guillaume Werstink y el pescador Emmanuel Sandt-Duguay. Comenzaron este proyecto en 2016, en un nicho que antes no existía en Quebec: el enlatado refinado de productos del mar, idealmente aquellos que aún no se han procesado mucho. La conservera fue nominada a los Lauriers de la gastronomie en la categoría “Productores del año” en 2023 y 2024.

Ahora es la gallineta nórdica la que tendrá derecho a un trato preferencial por parte de Chasse-Marée, que presenta este pescado blanco de forma muy sencilla, en filetes, con un aceite especiado y especiado. La receta es de Pierre-Olivier Ferry, chef de Métis-sur-Mer. El tamaño del pescado (versión local) es perfecto para el formato Chasse-Marée: una caja puede contener de seis a ocho filetes, en aceite de girasol. Pêcheries gaspésiennes, una empresa de Rivière-au-Renard, prepara los filetes para la conservera.

Habrá otras conservas de gallineta nórdica, preparadas de forma diferente, para tener una oferta diversificada para la misma especie. La misma estrategia de marketing que para los bourgots.

La gallineta nórdica es un pez poco conocido aquí ya que dejamos de pescarlo comercialmente. «Necesitamos reconstruir la demanda», afirma Guillaume Werstink. Y no sucederá de la noche a la mañana. » El pescado ya se vende fresco, en pescaderías. Tiene pulpa blanca y un sabor delicado; algunos dirían que es un poco común y corriente… ¡De ahí el interés en enlatarlo!

La empresa Rimouski pretende ahora obtener un permiso federal de comercialización que le permitiría vender sus productos pesqueros fuera de Quebec. Los mercados objetivo son principalmente Toronto y Nueva York. “Quedarnos con un producto de la costa este”, explica Guillaume Werstink.

Chasse-Marée ampliará aún más su oferta el próximo otoño con el lanzamiento de sopas enlatadas: sopa de langosta, sopa de almejas Stimpson y sopa de pescado con gallineta nórdica. “Siempre con esta idea de valorizar especies un poco más desconocidas”, afirma Guillaume Werstink, y de trabajar con subproductos de pescados y mariscos ya utilizados. Las sopas deberían llegar a las pequeñas tiendas de comestibles y otras tiendas especializadas que distribuyen productos enlatados justo a tiempo para los días fríos.