Las últimas semanas han sido bastante difíciles para los coches tradicionales, especialmente los cupés deportivos. Nissan, Jaguar y Volvo han anunciado sucesivamente la retirada de tres modelos emblemáticos de sus gamas.

En Nissan, el GT-R se encuentra en sus etapas finales en Norteamérica. El fabricante japonés ha declarado que este inimitable deportivo completará su espectacular viaje en octubre después de un reinado que comenzó en Canadá en 2008. Gracias a su potente V6 biturbo de 3,8 litros, potenciado hasta 565 CV, que todavía hace salivar a los preparadores debido a su enorme potencial, este GT-R ha superado a muchos autos deportivos mucho más caros a lo largo de su carrera. Su tracción total extremadamente eficiente también jugó un papel importante en esta actuación antológica. Desgraciadamente, deja su trono sin un reemplazo directo.

Jaguar, por su parte, ha dejado de producir su F-Type con vistas a reformar completamente su gama para su cambio eléctrico. Anunciado hace algún tiempo, este final oficial marca, pues, el epílogo de una ilustre línea de coupés producida por la marca inglesa que comenzó con el nacimiento del E-Type en 1961. La última unidad ensamblada, una versión descapotable revestida de verde Giola, conservarse en su colección. El F-Type nos dejará así con el canto furioso de su V8 ​​sobrealimentado por compresor como banda sonora, uno de los motores más carismáticos de la última década.

Volvo, por su parte, anunció que dejará de ofrecer su sedán compacto S60 en Norteamérica tras trasladar la producción en su planta de Ridgeville, Carolina del Sur, a China. Sin embargo, las unidades del año modelo 2025 producidas este año se agotaron en nuestro mercado. Aún digno de interés desde el punto de vista dinámico y equipado con dos motores turbo de cuatro cilindros, uno de ellos enchufable, sin duda no merecía este final acelerado por el extraordinario dominio de los SUV. Tenga en cuenta, sin embargo, que su versión familiar, el V60, sobrevivirá.