(Luxemburgo) La Unión Europea inició oficialmente las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia el martes en Luxemburgo, un paso descrito como “histórico” tanto en Kiev como en Bruselas.

Rusia ha tratado por todos los medios de obstaculizar este proceso de adhesión, que promete ser largo y difícil, y que llevará a estas dos antiguas repúblicas soviéticas a anclarse en Europa.

«Durante el año pasado, nuestro país ha sido objeto de ataques híbridos orquestados por Moscú […] en un intento de descarrilar el proceso de integración europea», denunció el martes el primer ministro moldavo, Dorin Recean, en su discurso ante los 27 en Luxemburgo. .

“Momento histórico” para el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, “día histórico” para el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky: no faltaron superlativos para saludar la apertura de estas negociaciones esperadas con impaciencia en Kiev, más de dos años después del inicio de la invasión rusa de Ucrania y en Chisinau.

En Ucrania, «el 90% de la población nos apoya, haremos las reformas» necesarias, aseguró la viceprimera ministra ucraniana Olga Stefanishyna, durante un discurso ante los ministros de los Veintisiete. Hizo una breve pausa, alertada por su teléfono móvil: “Tenemos una alerta en Kiev”, dijo, como si viniera de un país en guerra.

Los estados miembros de la UE primero abrieron formalmente negociaciones con Ucrania y luego con Moldavia más tarde esa misma tarde.

L’ouverture des pourparlers avec Kyiv est le résultat d’un accord obtenu de haute lutte par 26 pays de l’UE, qui ont été contraints de rivaliser d’ingéniosité pour convaincre le 27e, la Hongrie de Viktor Orban, de ne pas bloquer el proceso.

El Primer Ministro húngaro se opuso firmemente a cualquier discusión sobre la adhesión de Ucrania, considerando que este país no estaba preparado.  

Orban finalmente aceptó abandonar la mesa cumbre de los líderes de los Veintisiete en diciembre, mientras que sus 26 homólogos decidieron iniciar negociaciones de adhesión con Kiev y Chisinau.

Tras estas conferencias intergubernamentales abiertas, los negociadores revisarán primero las legislaciones de Ucrania y Moldavia para comprobar si son compatibles con la UE.

Esta etapa, denominada “selección” en la jerga bruselense, dura normalmente entre uno y dos años, explicó una fuente diplomática.

Pero en el caso de Ucrania y Moldavia, las cosas irán más rápido, porque «ya tenemos una idea bastante clara» de la situación, subrayó este diplomático europeo, que pidió el anonimato.

«Ucrania será miembro de la Unión Europea y podremos completar todo antes de 2030», prometió el viceprimer ministro ucraniano.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE habían allanado el camino para estas negociaciones de adhesión a mediados de diciembre de 2023.  

Pero hasta ahora Budapest ha retrasado la apertura formal de conversaciones con Kiev, considerando que no se cumplían las condiciones.

«Si me atengo a lo que veo aquí mientras hablamos, ellos [los ucranianos] están muy lejos de cumplir los criterios de adhesión», repitió el ministro húngaro de Asuntos Europeos, Janos Boka, el martes en Luxemburgo.

La UE había concedido el estatus de candidato a la adhesión a Ucrania en junio de 2022, en un gesto muy simbólico pocos meses después del inicio de la guerra desencadenada por Moscú, así como a la vecina Moldavia.

La apertura de negociaciones es sólo un paso en un largo y arduo proceso de adhesión. Una posible entrada en la UE de Ucrania, un país de más de 40 millones de habitantes y potencia agrícola, plantea numerosas dificultades, empezando por la de las ayudas financieras de las que debería beneficiarse.

La UE, por su parte, planea reformarse para hacer frente a esta ampliación y mejorar su gobernanza y la ya a menudo compleja toma de decisiones de los 27 estados miembros.