(Nueva York) Los precios del petróleo terminaron al alza el miércoles, apoyados por operadores especulativos que ignoraron el informe sobre las acciones estadounidenses que mostraban una caída en la demanda.
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en agosto subió un 0,28%, para cerrar en 85,25 dólares.
El barril de American West Texas Intermediate (WTI) del mismo vencimiento ganó un 0,08%, hasta 80,90 dólares.
Sin embargo, los precios del oro negro se vieron sacudidos por la publicación del informe semanal de la Agencia Americana de Información Energética (EIA).
Informó de un aumento de 3,6 millones de barriles en las existencias comerciales de crudo, mientras que los analistas esperaban una contracción de 2,8 millones.
Para Matt Smith, analista de Kpler, este inconveniente se debe, en parte, a la disminución de las exportaciones (-11% en una semana), atribuible, según él, a las condiciones meteorológicas en el Golfo de México, que perturbaron el tráfico marítimo.
La región vio así la primera tormenta tropical de la temporada, denominada Alberto, que afectó a parte de Texas.
Pero las principales culpables son las refinerías estadounidenses, cuya actividad siguió desacelerándose por tercera semana consecutiva.
Al mismo tiempo, disminuyó el volumen de productos refinados entregados al mercado estadounidense, considerado como indicador de la demanda, en particular el de gasolina (-4,4%) y de productos destilados (-11,1%), categoría que incluye el diésel.
Pero después de una breve caída, los precios se recuperaron y rápidamente regresaron a territorio positivo.
Para Robert Yawger, de Mizuho, fue la aproximación del umbral de los 80 dólares para el WTI (el barril cayó a 80,18) lo que provocó un rebote técnico.
«Los especuladores se posicionaron para defender los 80 dólares y evitar un pánico que los habría aniquilado», explicó el analista.
Sin embargo, tal como están las cosas, «no existe ningún catalizador que justifique el aumento de los precios, y menos aún los fundamentos» del mercado, subraya Robert Yawger, quien advierte que la relación entre oferta y demanda siempre acaba dictando rumbos, a largo plazo, «pero no hoy.»
Los operadores también se beneficiaron de la prima geopolítica, que ha ido aumentando en los últimos días ante la perspectiva de una posible escalada entre el movimiento libanés proiraní Hezbolá e Israel.
Ryan McKay de TD Securities también citó nuevos ataques de los rebeldes hutíes yemeníes contra barcos en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.