Para aumentar la financiación del transporte público, los impuestos sobre el combustible y la matriculación deberían indexarse anualmente, y deberían imponerse tasas adicionales a los propietarios de coches de lujo y vehículos grandes, según las recomendaciones de un comité de funcionarios electos de la ciudad de Montreal.
Destacando la importancia de encontrar “nuevas vías de financiación dedicadas al transporte público”, la Comisión de Finanzas y Administración menciona también, entre las posibles soluciones, un impuesto sobre los salarios, como el que imponen las ciudades americanas o francesas, un impuesto sobre los vuelos internacionales, un impuesto al turismo impuesto y un impuesto por kilómetro.
También se propone permitir acuerdos entre la Société de transport de Montréal (STM) y promotores inmobiliarios para generar ingresos mediante la construcción de viviendas, por ejemplo encima o alrededor de las estaciones de metro.
Entre las recomendaciones, también pedimos al gobierno de Quebec que reduzca la proporción de los ingresos del mercado de carbono dedicada al transporte público al 66%, mientras que esta proporción se redujo al 25% en 2022.
Otra sugerencia: la aplicación del impuesto sobre los aparcamientos no residenciales a un mayor número de aparcamientos exteriores en el territorio de la ciudad de Montreal.
Los representantes electos de la comisión, que adoptaron las recomendaciones por unanimidad, sostienen que el desequilibrio financiero anual del transporte público metropolitano se estima en más de 560 millones en 2025 y cerca de 700 millones en 2028.
“El transporte público es un servicio esencial que también beneficia a los automovilistas. Necesitamos mucho más”, subrayó el concejal Sylvain Ouellet, del Projet Montréal.
Las recomendaciones se presentarán al consejo municipal el próximo agosto.