Panamá se enfrenta a importantes desafíos financieros en la actualidad, con temas como políticas fiscales, diplomacia internacional y la crisis de la seguridad social en el centro de la discusión. El economista Fernando Aramburú Porras compartió sus perspectivas sobre estos temas en el programa radial Mesa de Periodistas, destacando los retos a corto plazo que el país debe afrontar.
Percepción internacional y cooperación fiscal
Una de las preocupaciones principales es la percepción internacional de falta de cooperación fiscal que afecta la reputación financiera de Panamá. La Unión Europea ha mantenido al país en su lista gris, a pesar de las adaptaciones legislativas realizadas para mejorar la transparencia en los sectores bancario y legal. Esto se debe en parte a las prácticas fiscales del pasado, lo que ha llevado a países como Chile, Ecuador y Perú a considerarnos un paraíso fiscal.
El presidente José Raúl Mulino ha instado al Gobierno Nacional a adoptar una postura diplomática más firme para exigir trato igualitario y eliminar cualquier discriminación contra Panamá a nivel internacional. Sin embargo, Aramburú advierte que esta postura podría tener consecuencias negativas para el país, ya que podría afectar las relaciones comerciales e incrementar los precios.
Diplomacia y desafíos financieros
En este sentido, Panamá se prepara para asumir su asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que podría ofrecer al país una ventaja en sus negociaciones diplomáticas. Esta posición podría ayudar a gestar decisiones que favorecerían la salida de Panamá de las listas discriminatorias, mejorando su reputación a nivel internacional.
Déficit fiscal y recaudación de impuestos
Panamá enfrenta un déficit fiscal de alrededor del 4% de su producto interno bruto (PIB), lo que equivale a aproximadamente $3,500 millones. La recaudación de impuestos ha disminuido, especialmente el cobro del ITBMS (impuesto sobre las ventas), que pasó de $2,000 millones anuales a aproximadamente $1,300 millones anuales.
Aramburú destaca la importancia de aumentar la base tributaria del país, incluyendo a empresas en zonas francas y compañías internacionales que actualmente disfrutan de exenciones. Actualmente, la presión tributaria de Panamá es del 8% del PIB, por debajo del 12% necesario para cerrar la brecha fiscal y tener capacidad de invertir.
Reformas estructurales y disciplina fiscal
El economista subraya la necesidad urgente de reformas estructurales en las finanzas públicas, que incluyan la reducción de la planilla estatal, la disminución de la burocracia y la eliminación de funciones duplicadas entre las instituciones gubernamentales. Se deben enfocar en servicios esenciales como la educación y la infraestructura, eliminando gastos innecesarios para garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo.
Crisis en la seguridad social
Uno de los mayores desafíos financieros para Panamá es el déficit en el Fondo de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social. Este sistema enfrenta un déficit creciente que podría alcanzar los $7,000 millones para 2050, lo que requeriría un aumento significativo de los aportes del Tesoro Nacional.
Aramburú discute posibles soluciones, como el aumento de la edad de jubilación y de las tasas de contribución. Propone un sistema de tres pilares para la seguridad social, que garantice una pensión mínima para todos los trabajadores, introduzca un plan obligatorio de ahorro personal y permita contribuciones voluntarias adicionales. Esto ayudaría a estabilizar el fondo de seguridad social, pero se necesitarán reformas más amplias para abordar las causas fundamentales de los problemas fiscales del país.
Conclusiones
En resumen, Panamá enfrenta desafíos financieros significativos que requieren medidas urgentes y decisiones estratégicas a corto plazo. La cooperación internacional, la disciplina fiscal, las reformas estructurales y la sostenibilidad de la seguridad social son aspectos clave que el país debe abordar para garantizar su estabilidad económica y financiera en el futuro.