El operador Ukrenergo informó el jueves 23 de noviembre de una situación “difícil” en la red eléctrica ucraniana, dañada el año pasado por una campaña de bombardeos rusos, que llevó a Ucrania a importar electricidad.
Ucrania teme nuevos ataques rusos en serie este invierno contra su infraestructura energética, lo que corre el riesgo de hundir a millones de personas una vez más en el frío y la oscuridad.
Si hasta ahora Moscú no ha llevado a cabo nuevos bombardeos masivos sobre la red eléctrica, ya está pasando apuros debido al aumento del consumo ligado a la caída de las temperaturas. «Hoy en día, el consumo de electricidad sigue aumentando y el sistema energético es deficitario», señaló Ukrenergo en Telegram, indicando que tuvo que recurrir el miércoles a «ayuda de emergencia» de tres países vecinos: Rumanía, Eslovaquia y Polonia.
«La situación sigue siendo difícil» el jueves, ya que todavía hay déficit de electricidad, prosiguió Ukrenergo, precisando que «se están realizando reparaciones en varios bloques de centrales térmicas». Este déficit se debe a que “el consumo aumentó debido al clima frío, lo que provocó una carga adicional en las centrales eléctricas”, dijo el operador nacional ucraniano. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, estimó a principios de octubre que Rusia se esforzará este invierno por “destruir” el sistema eléctrico de su país. Para hacer frente a esta amenaza, Kiev exige a sus aliados occidentales nuevos sistemas de defensa antiaérea.
El miércoles por la noche anunció la creación de una “coalición para el desarrollo de la defensa antiaérea” de Ucrania, de la que Francia y Alemania serán los principales contribuyentes. “Aún no se puede hacer público todo, pero el escudo aéreo ucraniano se fortalece literalmente cada mes”, aseguró.