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El nuevo edificio de la Asamblea Nacional en la Ciudad de Panamá puede lucir impresionante por fuera, pero la situación en su interior es preocupante. Se han reportado filtraciones de agua que han causado humedad y moho en diversas áreas, incluso en grietas cercanas a la oficina de la presidenta. Sin embargo, lo más alarmante es que se han presentado problemas estructurales graves.

El diputado Neftalí Zamora de la coalición Vamos ha señalado que el techo de la Asamblea se está desprendiendo, mientras que Walkiria Chandler ha advertido que la losa del palco de medios de comunicación está cediendo. La situación alcanzó su punto crítico cuando un pedazo de cielorraso se desprendió y cayó desde el techo, atravesando cinco pisos del edificio. Ante este riesgo inminente, se decidió clausurar el área común del edificio para evitar posibles tragedias.

A pesar de que el nuevo edificio de la Asamblea fue inaugurado hace solo 10 años y tuvo un costo de más de 27 millones de dólares, su estado actual plantea serias dudas sobre su mantenimiento. A lo largo de los años, se han administrado cantidades significativas de dinero, con un presupuesto de 950 millones de dólares entre 2019 y 2024. Sin embargo, una revisión del portal de compras públicas, Panamá Compras, revela que no se han realizado licitaciones para el mantenimiento general del edificio durante ese período.

Aunque se han llevado a cabo reparaciones puntuales en el sistema de aire acondicionado, incluso este sistema presenta problemas, como filtraciones de agua. Con un presupuesto millonario y una estructura relativamente nueva, la falta de mantenimiento adecuado plantea interrogantes sobre la gestión de la Asamblea Nacional y la prioridad que se le da a la infraestructura pública.

La seguridad de los ocupantes del edificio y la integridad de la estructura son cuestiones que deben abordarse con urgencia para prevenir posibles accidentes. Con información proporcionada por Nicanor Alvarado, es evidente que se requiere una acción inmediata para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de la Asamblea Nacional en Panamá. La transparencia en el uso de los fondos públicos y la correcta gestión de la infraestructura son aspectos fundamentales que deben atenderse con prontitud para evitar situaciones similares en el futuro.