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La situación de impago por los turnos del personal médico se ha intensificado en las últimas semanas en Panamá. Trabajadores de la salud en varias regiones del país han expresado sus dificultades económicas al no recibir sus salarios durante tres meses. Esto ha llevado a una solicitud de respuestas concretas a las autoridades, lo que afecta directamente las finanzas del Ministerio de Salud (Minsa).

La deuda acumulada y el presupuesto insuficiente han sido un desafío para la actual administración del Minsa, liderada por el ministro Fernando Boyd. A pesar de haber desembolsado más de 52 millones de dólares hasta mediados de junio, aún queda pendiente el pago de la segunda mitad de junio y los meses de julio a septiembre. La deuda total para junio y julio asciende a 11 millones de dólares, y se necesitan aproximadamente 6.4 millones más para agosto.

El Minsa ha contemplado un presupuesto de 6.9 millones de dólares para septiembre y octubre, pero estas son proyecciones sujetas a la consolidación de datos de todas las regiones. Se espera que los pagos hasta octubre sean posibles, mientras que los de noviembre y diciembre se realizarán el próximo año con el presupuesto del 2025.

Además del problema de los pagos atrasados, los trabajadores con contratos temporales también enfrentan incertidumbre. Cerca de 3,958 empleados del sector salud tienen contratos temporales y han solicitado su conversión a contratos permanentes. Sin embargo, esto depende de la aprobación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para la creación de nuevas plazas y la asignación de recursos.

Para cubrir los sueldos de estos contratos temporales se requieren aproximadamente 16 millones de dólares. El MEF aprobó un crédito extraordinario de 10.1 millones, y el Minsa aportará otros 6 millones a través de un traslado de partidas para cumplir con este compromiso. La estabilidad laboral y la creación de nuevas plazas son fundamentales para garantizar la continuidad de los servicios del sistema público de salud.

En medio de protestas y tensiones, los trabajadores de la salud en Panamá esperan soluciones a corto plazo para los problemas de pago y estabilidad laboral. La coordinación entre el Minsa y el MEF es crucial para asegurar que los fondos necesarios estén disponibles y que se puedan cubrir las deudas pendientes. La falta de decisiones claras y la disponibilidad de recursos financieros son aspectos clave que deben abordarse para garantizar el bienestar de los trabajadores de la salud y la prestación de servicios de calidad a la población.