Le Figaro Niza
La compañía aérea Air Corsica inauguró, el martes, una sala de descanso en el aeropuerto de Niza Costa Azul, dedicada a sus pasajeros obligados a acudir para recibir tratamiento en los hospitales de Niza. Si bien Córcega no tiene un hospital universitario y carece de muchas especialidades médicas, la empresa registra alrededor de 27.000 viajes médicos entre la isla y el continente.
A menudo se trata de personas que tienen que viajar de ida y vuelta con regularidad. Como en Córcega no existe un servicio de oncología pediátrica, el 10% de los casos son niños. Alrededor del 85% de estos pacientes van a Marsella para recibir tratamiento, donde Air Corsica instaló una primera sala de descanso en 2017, que se amplió dos años después.
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Los demás pacientes se distribuyen entre Niza y París, según las especialidades médicas requeridas. A partir de ahora les espera un “aria serena” en Niza y está prevista otra en Orly. Situada justo encima del mostrador de facturación de Air Corsica y con vistas panorámicas de la sala de salidas, la sala de 20 m2 ofrece un ambiente cálido y tranquilo con un sofá y mesitas para los niños.
También permite un acceso rápido a un control de seguridad especial para personas con movilidad reducida y luego directamente al avión. “En Marsella, la sala ha revolucionado el transporte de las familias que vienen en busca de cuidados”, saludó Laetitia Cucchi, presidenta de la asociación Inseme, que apoya a las personas que reciben cuidados fuera de la isla.
“Estos son viajes muy dolorosos y muy agotadores. Estas personas están agotadas y la espera en el aeropuerto es difícil. Es el corazón del servicio público garantizar la calidad de su transporte”, añadió.