Emilia Pérez: Del Fierro Viejo de México a Hollywood, un Ascenso Musical Inspirador

En Ciudad de México, el himno de los vendedores ambulantes, “Fierro Viejo”, resuena en las calles, marcando el ritmo de la vida de nueve millones de habitantes. Detrás de esta icónica melodía se encuentran Marco Antonio Terrón y su hija María del Mar, los creadores de esta auténtica pieza de la cultura urbana local. Mientras “Emilia Pérez”, la película musical de Jacques Audiard, cosechaba 13 nominaciones al Óscar en Hollywood, Marco Antonio recorría un barrio popular al norte de la ciudad en su triciclo motorizado, transmitiendo la voz de su hija a través de altoparlantes.

La historia de “Fierro Viejo” se remonta a hace dos décadas, cuando Marco Antonio recorría las calles comprando muebles viejos y aparatos electrónicos para revender. Cansado de gritar su oferta de servicios de reciclaje, surgió la idea de grabar el anuncio, un proyecto que involucró a su hija de 9 años, María del Mar, en la interpretación vocal de las palabras escritas por su padre. Así nació este himno que pronto se popularizó por toda la ciudad, incluso siendo llevado por aficionados mexicanos al Mundial de Fútbol en Catar.

Respetar los derechos de autor se convirtió en una prioridad para Marco Antonio y María del Mar, quienes ahora cuentan con el respaldo legal del abogado Rolando Treviño. La protección de la canción “Fierro Viejo” por parte del Instituto Nacional de Derechos de Autor (Indautor) ha permitido a la familia negociar acuerdos con marcas, películas y series que desean utilizar su canción, como en el caso de “Emilia Pérez”.

En la película, la banda sonora, interpretada por la cantante francesa Camille y Clément Ducol, compite por el Óscar a la mejor música de película. Sin embargo, la recepción de “Emilia Pérez” en México ha sido mezclada, con críticas que cuestionan la manera en que aborda temas sensibles como el narcotráfico y la identidad de género.

Para María del Mar, el mayor logro no es la fama internacional que ha alcanzado con su canción, sino el poder ayudar a otros a ganar dinero utilizando su música. Trabajar codo a codo con su padre en esta laboriosa tarea le recuerda sus humildes orígenes y la importancia de valorar el trabajo arduo. Marco Antonio, por su parte, reconoce los desafíos de trabajar en la informalidad, enfrentando dificultades de salud y las inclemencias del tiempo en su labor diaria.

El legado de “Fierro Viejo” trasciende fronteras y generaciones, siendo un símbolo de la cultura popular mexicana que ha conquistado tanto las calles de Ciudad de México como los escenarios de Hollywood. La colaboración entre padre e hija ha demostrado que, a pesar de los obstáculos, el talento y la perseverancia pueden abrir puertas inesperadas y llevar la música de un triciclo en las calles a la gran pantalla con un mensaje universal de resiliencia y creatividad.