El ocio, el descanso y las actividades deportivas y culturales son un derecho «esencial» de los niños, subraya la Defensora de los Derechos en un informe publicado el miércoles 15 de noviembre, donde lamenta que a veces se descuide y se respete de forma desigual.

«Existe una brecha entre el derecho al ocio, a la cultura y al deporte, que existe en nuestros textos, y la realidad que viven los niños», explica a la AFP Claire Hédon al presentar el informe anual sobre los derechos del niño, dedicado este año al ocio. .

«El descanso y el sueño, el juego y el movimiento, el descubrimiento del mundo exterior y de uno mismo son inherentes al desarrollo del niño, tanto desde el punto de vista físico y educativo como desde el punto de vista social y cultural», subraya el órgano administrativo independiente. autoridad que consultó a 3.600 niños. “No es una derecha pequeña, una derecha secundaria. (…) Estas actividades posibilitan el desarrollo del niño, su integración social, su educación y su desarrollo personal”, señala.

El Defensor de los Derechos exige que la enseñanza obligatoria de la práctica deportiva en la escuela y en la universidad (tres horas semanales), no siempre respetada, sea “eficaz”. Para muchos niños, la escuela es el “único acceso” al “arte, la cultura y el deporte”. «Los niños en Francia practican la mitad de actividades deportivas que el promedio de los países europeos, y las niñas en Francia la mitad que los niños», dice la Sra. Hédon. Entre los obstáculos para el acceso a actividades deportivas y artísticas, las desigualdades geográficas y sociales: los territorios rurales o más pobres tienen una oferta menos desarrollada y un transporte limitado.

“El 71% de los niños cuyos padres tienen bajos ingresos no están inscritos en ningún club o asociación deportiva y cultural, frente al 38% de los niños cuyos padres tienen altos ingresos”, según el informe. La institución Place de Fontenoy propone “sistematizar la traducción a varios idiomas” de los expedientes de inscripción en clubes y asociaciones deportivas y culturales, para padres que no hablan francés.

Hédon también destaca las «desigualdades de género» en el acceso al deporte: en los parques infantiles, los niños ocupan el centro jugando al fútbol y las niñas son relegadas «a la periferia». Los municipios construyen más instalaciones deportivas para actividades practicadas por niños (canchas de fútbol, ​​parques de patinaje, etc.) que por niñas, afirma. Si los niños de clase trabajadora están «infraocupados», otros, de entornos favorecidos, por el contrario, están «sobreocupados», señala el informe. Destaca la importancia de darle tregua y descanso al niño y dejarle elegir sus actividades. La “búsqueda de rendimiento” puede ser fuente de “estrés” y contraria a la idea “esencial” de “placer”.

El informe acoge con satisfacción las políticas aplicadas por las autoridades públicas en el ámbito del deporte para combatir la violencia sexual y de género e invita al Ministerio de Cultura a inspirarse en ellas. El informe recomienda “un acceso apropiado e inclusivo de todos los niños al deporte, el arte y la cultura, independientemente de su edad, género, estado de salud o discapacidad, origen y nacionalidad”. Señala así las dificultades de los niños mal alojados, internados o encarcelados, discapacitados o enfermos para poder disfrutar de actividades deportivas regulares.

“En un hogar nos vemos obligados a seguir al grupo sin poder elegir nuestras actividades. ¡Pero no a todos nos gusta lo mismo!”, testifica un niño citado en el informe. Los menores extranjeros no acompañados, el 30% de los cuales estaban alojados en hoteles en 2020, deberían tener “acceso a actividades extraescolares o deportivas siempre que expresen su deseo”. Al albergar los Juegos Olímpicos de 2024, “Francia ha hecho de la promoción de la actividad física y deportiva una gran causa nacional”. “Esta ambición cuestiona, en primer lugar, el lugar que se concede a estas actividades en la vida cotidiana de los niños”, subraya la institución.