Las dos primeras muertes se registraron el martes 8 de noviembre en Panamá, sacudida desde hace tres semanas por manifestaciones contra un controvertido proyecto minero, «durante una disputa por un bloqueo de carreteras», informó la policía. «Dos personas perdieron la vida (…), alcanzadas por armas de fuego», a 80 kilómetros al oeste de la capital, informó la policía en la cadena X. El presunto autor del tiroteo, un anciano de 77 años, fue detenido. Videos en las redes sociales muestran a un hombre disparando a un manifestante en un control de carretera ubicado en la Carretera Interamericana, que conecta Panamá con el resto de Centroamérica.

El día X, el presidente Laurentino Cortizo expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos. «Es un acto que no tiene cabida en una sociedad tan unida como la nuestra», declaró. Ya se han lanzado llamamientos para manifestarse el miércoles en memoria de los dos manifestantes. Los manifestantes protestan contra la renovación por cuarenta años del contrato de explotación de la mayor mina de cobre de Centroamérica por parte de la empresa canadiense First Quantum Minerals (FQM), firmado el 20 de octubre. Laurentino Cortizo intentó apaciguar la ira de los manifestantes, preocupados por el posible impacto sobre el medio ambiente y los contornos legales de este contrato, proponiendo un referéndum. Pero su organización fue rechazada por el Tribunal Electoral.

En última instancia, será el Tribunal Supremo el que deberá decidir sobre esta renovación del contrato de explotación que, según el Gobierno, reportará al Estado 375 millones de dólares al año, es decir, diez veces el importe del acuerdo inicial. El Gobierno también advierte, en caso de no renovación, de la pérdida de 8.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos, y de la probabilidad de costosos procedimientos judiciales ante tribunales internacionales.

La gigantesca mina de cobre a cielo abierto, ubicada a 240 km de la ciudad de Panamá, genera el 4% del PIB y el 75% de los ingresos por exportaciones del país. En febrero de 2019, la mina producía aproximadamente 300.000 toneladas de concentrado de cobre por año. El Parlamento adoptó la semana pasada una moratoria sobre la autorización de nuevas concesiones que, sin embargo, no apaciguó el movimiento de protesta. Varias avenidas de la capital fueron bloqueadas este martes por pequeños grupos de manifestantes, mientras que la Carretera Interamericana lleva varios días cortada en varios tramos, afectando el suministro de alimentos o combustible del país.