La campaña europea se ve afectada por un asunto muy nacional. Desde hace varias horas, los republicanos y la derecha nacionalista se intensifican para denunciar, tras el asesinato de Matisse, la actitud migratoria laxa del Gobierno, sinónimo, según ellos, de ataques e inseguridad. La muerte de este adolescente de 15 años, asesinado el sábado por la noche por un arma blanca durante una pelea en Châteauroux (Indre), y por la que un joven y su madre fueron presentados este lunes ante un juez, se produce en un pozo. -Contexto definido.
Tras una sucesión de noticias en este grupo de edad, el gobierno propuso hace dos semanas una serie de medidas para combatir este fenómeno de ultraviolencia. A pesar de esta intensa comunicación, las oposiciones atacan la acción del ejecutivo. Empezando por la Asamblea Nacional, cuyo presidente publicó un vídeo solemne desde detrás de su escritorio.
Al subrayar que Matisse “tenía la vida por delante”, Jordan Bardella expresó su “tristeza” y su “enfado” al recordar que “le quitó la vida un menor afgano, objeto de dos procedimientos judiciales, que lo apuñaló en el calle.» El jefe de la lista nacionalista aprovechó la ocasión para criticar «el salvajismo de la nación», alimentado por una «política migratoria descontrolada y sin sentido», que «trae depredadores a nuestros hogares, poniendo en peligro nuestra seguridad y nuestras libertades». Y de la cual los jóvenes serían “víctimas”.
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Su predecesora y actual líder de los diputados RN Marine Le Pen también se preguntó “¿cuántos de nuestros hijos seguirán pagando con sus vidas esta loca política migratoria?” “Mi pensamiento más triste está para su familia”, se dirigió a los seres queridos del joven. Por su parte, el presidente de Reconquête Éric Zemmour denunció un “francocidio”, palabra construida por el ex candidato presidencial para describir los asesinatos de franceses cometidos por extranjeros. Al igual que su competidora RN, la candidata europea Marion Maréchal, con los auriculares puestos, publicó un vídeo menos imponente. “Ulcerada” y “conmocionada” por “la poca música mediática que sube desde hace unas horas”, la joven criticó la “minimización de este asesinato, incluso la justificación”. «Ponemos a la víctima en pie de igualdad con el asesino».
Foto de Matisse en apoyo, el presidente de los republicanos Éric Ciotti también insistió en que “el asesino ya había sido acusado la semana pasada de robo agravado con violencia y abandonado en libertad”. “Para él no hay tolerancia, es la cárcel y el avión”, tronó. Por su parte, Bruno Retailleau vio en esta muerte “todos los fallos de nuestro sistema en esta tragedia”. “Los franceses quieren una revolución penal y una verdadera ley de inmigración. El gobierno no puede seguir negacionista”, insistió el jefe de los senadores de LR.
Sin embargo, en declaraciones a RTL, el padre de Matisse, Christophe Marchais, advirtió: “No mezclemos todo. Atención a todos los partidos de derecha o de otros lados que se apropian de este tipo de cosas. En un comunicado de prensa enviado el lunes por la tarde, la fiscal de Châteauroux, Agnès Auboin, indicó que «el contexto de los hechos no ha sido claramente establecido hasta la fecha». Pero una fuente cercana a la investigación revela que “no tiene nada que ver con el islamismo: no hay ningún carácter religioso”.