Son reconocibles por su pico largo, delgado y curvo. Tres zarapitos euroasiáticos, una especie de ave en fuerte declive, fueron vistos en sectores del bosque de las Landas de Gascuña devastados por los gigantescos incendios del verano de 2022 en Gironda. Esta pequeña ave zancuda de plumaje marrón grisáceo “no había sido observada en la zona desde hacía décadas”, indicaron el viernes el Parque Natural Regional de las Landas de Gascuña (PNRLG) y la Liga para la Protección de las Aves (LPO) en un comunicado de prensa. de Aquitania.

En 2023, mientras “las huellas de los incendios Landiras 1 y 2”, que asolaron unas 20.000 hectáreas, “aún eran claramente visibles”, los ornitólogos observaron tres ejemplares de esta especie de ave playera en los municipios girondeses de Saint-Magne y Belin-Béliet. al sur de Burdeos. “Parece que esta especie está aprovechando la recuperación de la vegetación en las parcelas quemadas” para volver a anidar, sostienen el PNRLG y la LPO.

Los ornitólogos del primer Atlas de las aves reproductoras de Aquitania (1974-1984) ya informaron de que “los grandes incendios de 1949 (en el bosque de las Landas de Gascuña) habían permitido a los zarapitos encontrar sus tierras elegidas”, continúa el comunicado. Esta especie, típica de los páramos húmedos, está experimentando un fuerte descenso generalizado en Francia, con una población nidificante en las Landas y Gironda estimada en menos de 20 parejas.

“Otras especies patrimoniales de aves, amenazadas de extinción a escala nacional y europea, también han regresado a estas mismas zonas”, precisa el texto, citando la reinita cabezona, el junco cistícola o el bisbita oxidado. Buenas noticias, ya que Europa tiene 20 millones de aves menos cada año, cuya desaparición se debe principalmente a la agricultura intensiva, que utiliza cantidades masivas de pesticidas y fertilizantes sintéticos, al tiempo que uniformiza los paisajes.