Al menos seis personas, incluidos niños, murieron el martes 7 de noviembre en ataques contra la ciudad de Kidal, un importante problema de soberanía entre el Estado de Malí y la rebelión predominantemente tuareg, dijeron testigos y residentes que culparon de estos ataques al ejército de Malí.
“Esta mañana hubo varias huelgas. Hay seis muertes, entre ellas tres niños”, dijo un trabajador sanitario que pidió el anonimato. Otros testimonios informan de un costo humano mayor. Los testimonios hablan de ataques aéreos sin más detalles ni del uso de drones. El ejército maliense tiene drones.
Almou Ag Mohamed, portavoz de la Coordinación de los Movimientos Azawad (CMA), una alianza de grupos separatistas dominados por los tuareg, informó a la AFP de doce muertes, entre ellas cuatro niños, en tres ataques distintos. Al menos uno de los ataques alcanzó el campamento ocupado hasta hace poco por la misión de la ONU (Minusma).
Kidal está bajo el control de la rebelión. Estos grupos, que firmaron un acuerdo de paz con el gobierno en 2015, acaban de reanudar las hostilidades. La insubordinación de Kidal, región donde el ejército sufrió derrotas humillantes entre 2012 y 2014, es un viejo motivo de irritación en Bamako.