El Estado da un paso más en su compromiso con la cuestión del grupo tecnológico Atos, que atraviesa graves dificultades financieras. La Agencia Estatal de Participaciones envió este fin de semana una carta de intención no vinculante a la dirección del grupo para comprar determinadas actividades sensibles y estratégicas que afectan a la soberanía de Francia. El objetivo es «evitar que actividades estratégicas para Francia pasen a manos de actores extranjeros», afirmó el domingo Bruno Le Maire en LCI.
Más precisamente, el ámbito de aplicación en cuestión reúne actividades sobre informática de alto rendimiento y servidores que participan en la IA y la computación cuántica (“informática avanzada”), sistemas críticos relacionados con los sistemas de comunicación (“sistemas de misión crítica”) y productos de ciberseguridad (“ciberproductos”). ). Los superordenadores Atos se utilizan en particular en el ámbito de la Defensa para la simulación de ensayos nucleares y en el sector civil para la gestión de las centrales nucleares de EDF. Ce périmètre représente un chiffre d’affaires de 900 millions d’euros (sur un total de près de 11 milliards d’euros pour l’ensemble du groupe Atos), selon le cabinet cabine de Bruno Le Maire, et environ 4000 salariés majoritairement situés en Francia. Si Bercy se niega a indicar el precio al que valoró este ámbito de actividades, según nuestras informaciones, habría dado un valor indicativo de entre 800 y 1.000 millones de euros.
El Estado desea aprovechar las próximas semanas para profundizar el trabajo de «due diligence» y presentar una oferta firme antes de junio, momento para avanzar en las conversaciones con un consorcio de industriales que garantice el futuro desarrollo de estas actividades de alta tecnología. . “El Estado no debe gestionar este tipo de actividades por sí solo”, añade la oficina del ministro. Bercy no quiere dar nombres por el momento de los grupos con los que está en conversaciones, pero se trata de empresas que operan en el sector de la defensa o de la aeronáutica. «Los industriales que tendrían sentido en términos del desarrollo de estas actividades», se limita a señalar Bercy, algunos de los cuales ya han examinado el expediente Atos en el pasado.
El Ministerio de Economía había manifestado a finales de marzo su deseo de construir “en las próximas semanas una solución nacional para la protección de las actividades estratégicas”. El Estado había participado con 50 millones de euros en una financiación de 450 millones de euros para ayudarle a estabilizar su situación financiera y a cambio adquirió una participación preferente (Golden Share) que le permite tener una presencia especial en actividades sensibles y vetar determinadas operaciones.
La pelota está actualmente en el tejado de la dirección de Atos, que debe discutir esta oferta con el consejo de administración.