La ministra de Deportes y Juegos Olímpicos, Amélie Oudéa-Castéra, consideró “inaceptables” el viernes, en France Info, los comentarios del presidente de la Federación Francesa de Gimnasia, que mostró la víspera, en la Asamblea Nacional, su impotencia para sancionar. Entrenadores involucrados en casos de abuso. Auditado por la comisión de investigación sobre las disfunciones en las federaciones deportivas, James Blateau aseguró que no tenía competencia para suspender a los entrenadores implicados.
Su federación está siendo investigada actualmente por el Ministerio de Deportes por comentarios repetidos e hirientes sobre el peso de las gimnastas, así como por una bofetada infligida a una menor durante los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. El procedimiento se produce tras la difusión, el pasado mes de mayo, de un informe de la revista de televisión Stade 2 basada en los testimonios de seis ex gimnastas de la selección francesa que denunciaron abusos físicos y psicológicos. Los dirigentes de la FFGym fueron citados ante el Ministerio de Deportes tras la difusión del informe y uno de los entrenadores fue suspendido.
El jueves, James Blateau afirmó ante los diputados que no podía hacer nada en el caso del otro entrenador en cuestión, actualmente empleado en un club de Rouen. “El entrenador no es un empleado de la Federación, es un empleado de un club que a su vez está afiliado a la Federación. Pero no tenemos control sobre su empleo, ni sobre su contratación, ni sobre su despido”, argumentó. “Es el presidente del club, el empresario, quien decide. En eso no somos nada”.
Palabras que conmocionaron al Ministro de Deportes. «No es aceptable oír que no podemos hacer nada, en absoluto, ya que recuerdo, por el contrario, que las federaciones tienen un amplio poder disciplinario», reaccionó el viernes. «Tienen la capacidad de sancionar a todos sus licenciatarios, ya sean reclutados por clubes u otras organizaciones afiliadas», continuó. «Una federación puede sancionar a un club que incumpla sus obligaciones», recordó. “Por el contrario, tienen la gama de armas que les permiten asumir sus responsabilidades”. “En esta federación de gimnasia (debemos) realmente pasar página de una cultura de otra época en materia de alto rendimiento”, abordó el ministro.
Desde hace varios años, el mundo de los gimnasios se ve sacudido por casos de violencia sexual, como en Estados Unidos, o abusos relacionados con el entrenamiento. Algunas gimnastas, en su mayoría niñas, afirman estar sometidas a privación de alimentos.