En el Parque de los Príncipes

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Al descubrir el once inicial parisino, había motivos para sorprenderse. Por la elección de los hombres primero, pero también por el patrón. ¿Qué patrón de todos modos? Cada uno tenía su propia suposición. 3-4-3? Podríamos haberlo pensado. Con el balón, los parisinos finalmente evolucionaron hacia un 3-3-4, pero Carlos Soler estaba destinado a ocupar… la posición de lateral derecho cuando perdió el balón, y en las primeras reanudaciones. “Jugó muy bien, un gol y una asistencia, estoy muy contento con su actuación”, saborea Luis Enrique. Hacía tiempo que no veíamos a su compatriota tener un partido tan completo. También en sustitución habitual, Fabián Ruiz también respondió, culminando con este magnífico gol en solitario. La conexión Mbappé/Barcola funcionó bastante bien en la izquierda. En definitiva, ganar apuestas. “Los jugadores que han jugado poco desde el inicio de temporada han respondido en general”, resume Luis Enrique, señalando que su equipo es más “impredecible”. Eso es lo menos que podemos decir…

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Este partido permitió, por tanto, al técnico español dar tiempo de juego a algunos (Ruiz, Soler, Lee, Barcola), dar descanso a los ejecutivos (Ugarte, Hakimi, Dembélé) y sacar rápidamente al imprescindible Lucas Hernández (72º). Todo ello consiguiendo los tres puntos (3-0) con facilidad en un partido situado entre una ventana internacional y una sorpresa en la Liga de Campeones. Y sin heridos. En definitiva, una velada perfecta para el PSG antes de enfrentarse al Milán. A priori, no siguiendo el mismo patrón… “Cada partido es diferente”, recordó el ex seleccionador español, plasmando una de sus ideas fijas: “El objetivo es tener 11 atacantes y 11 defensores”. La tarea será más difícil el miércoles. Mientras tanto, el trabajo está hecho.

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Dejamos a Kylian Mbappé nervioso, frustrado y frustrado antes del parón internacional. Lo encontramos de pie, radiante e inspirado. Muchas diferencias (2 de 3 regates), duelos ganados (5 de 8), carreras sangrantes. Hay que creer que la visita a Clairefontaine le hizo bien. Sin embargo, no todo fue perfecto. Menos visible tras el descanso, cuando el Paris Saint-Germain ronroneó un poco. Sobre todo, desaprovechó varias oportunidades de marcar un doblete, tras engañar a Mats Sels desde el punto de penalti. Su actividad y su recital para ofrecer el gol del break a Carlos Soler son sin embargo suficientes para considerar que su partido fue un éxito. Necesitaremos aún más contra el AC Milan el miércoles. Hay que tener en cuenta que Mbappé, silencioso en sus últimos cuatro partidos ligueros, se sitúa en lo más alto de la clasificación de goleadores: siete goles en la Ligue 1 desde el inicio de la temporada.

Golpes de garra

No nos vamos a sorprender: sin el Collectif Ultras Paris, el Parque de los Príncipes muestra un encefalograma plano. Al llegar el sábado a la calle de Commandant Guilbaud, sabíamos bien lo que nos esperaba… Un ambiente catedralicio y los hinchas de Estrasburgo como en casa. Si la tribuna de Auteuil estaba vacía es porque la Comisión Disciplinaria de la LFP había impuesto una sesión parcial a puerta cerrada al PSG tras los cánticos homófobos cantados contra el OM (4-0) el 24 de septiembre. El Stade Rennes tuvo más suerte y sólo recibió una multa por actos similares en las gradas del Roazhon Park. La afición del Lille, por su parte, cayó entre las gotas. Aún así, la fiesta obviamente no estuvo allí el sábado en el Parque de los Príncipes. Los Ultras parisinos, en cambio, estarán allí el miércoles contra el AC Milan.

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Ciertamente, podemos culpar a Layvin Kurzawa de haberse perdido en París, quien ahora es sólo la sombra del jugador utilizado 13 veces por Didier Deschamps en el equipo azul y que le costó al PSG 25 millones de euros en 2015. Un futbolista pagado a un precio alto (600.000 euros brutos mensuales?). De ahí a pitarlo durante su primera entrada en juego con los colores parisinos desde agosto de 2021, hay espacio… Sobre todo porque el público se burló de él después. No tiene mucha clase, para un jugador que intenta como puede encontrar un lugar en París. Apreciando su “actitud”, Luis Enrique no se vio obligado a alinearle. El lo hizo. Es porque cree que el natural de Fréjus se lo merecía, piensen lo que piensen quienes le pitaron el sábado…

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“Desafortunadamente, el destino no estaba con nosotros para plantearles al menos un poco más de problema”, susurró Patrick Vieira el sábado por la noche. Ciertamente, el PSG es superior en todos los sentidos a este Racing, incluso un segundo PSG. El comportamiento alsaciano no es menos preocupante. ¿Adónde se fue la llama de la temporada pasada? “Los jóvenes tendrán que aprender rápidamente”, chilla el campeón del mundo del 98, aunque se declara “satisfecho” con su rebaño “en el estado de ánimo”. Pero cometimos demasiados errores”, resume. Demasiados errores… ¿Y un plan demasiado arriesgado? “¿Teníamos una opción? La calidad técnica de los parisinos no nos permitió llegar más arriba. Con su velocidad habría sido peligroso”, afirma Vieira. Y agregó: “Estoy convencido de lo que estamos intentando implementar. Los resultados deben ser mejores, lo sé. La paciencia es difícil de controlar desde fuera. Soy consciente de nuestras deficiencias pero seguiremos trabajando”. Hay trabajo…