Los atletas palestinos deberían participar «de seis a ocho» en los Juegos Olímpicos de París, donde el Comité Olímpico Internacional los invitará si no logran clasificarse, afirmó el viernes su presidente, Thomas Bach, en una entrevista exclusiva con la AFP.
«Hemos asumido un compromiso claro de que, si ningún atleta se clasifica en el campo, el Comité Olímpico Nacional Palestino (CON) se beneficiará de las invitaciones», anunció el dirigente. Preguntado sobre la magnitud de estas invitaciones, estimó a continuación el número de representantes palestinos en «seis u ocho» en París, en función del resultado de las cualificaciones, «que todavía están en curso en un cierto número de disciplinas».
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El sistema de invitaciones olímpicas no está reservado para los palestinos sino para cualquier CON que no clasifique a los atletas, en nombre de la “universalidad olímpica”, que permite reunir a todas las naciones, más allá de la élite deportiva.
Pero la llegada de los atletas palestinos a París sigue siendo una cuestión importante desde que la ofensiva militar israelí en Gaza, tras el ataque lanzado por Hamás el 7 de octubre, destruyó notablemente la mayor parte de las infraestructuras deportivas.
Thomas Bach recibió la semana pasada en Lausana al presidente del CON palestino, Jibril Rajoub, prometiendo continuar el apoyo del COI a los atletas, pero también garantizar la coordinación de los esfuerzos internacionales para reconstruir las instalaciones destruidas.
Si el líder del Olimpismo pidió desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás “una solución pacífica”, también adoptó un tratamiento muy diferente al de la guerra rusa en Ucrania, que desembocó en una serie de sanciones contra el deporte ruso.
El COI se esconde detrás de su “solución de dos Estados”, ya que los CON israelíes y palestinos coexisten desde 1995, un legado del proceso de paz de Oslo. Además, «no ha habido ninguna violación de la Carta Olímpica, ni por parte del comité israelí ni por parte del comité palestino», insistió el viernes Thomas Bach, mientras que el CON ruso había puesto organizaciones deportivas regionales bajo su control.
