Austria anunció el martes 17 de octubre el establecimiento de controles en su frontera con la República Checa para disuadir a los traficantes de inmigrantes que quieran cambiar su ruta tras la decisión de Alemania de reforzar su vigilancia.

La medida entrará en vigor a partir de medianoche, indicó el ministerio en un comunicado enviado a la AFP.

El país alpino, que informó a Bruselas, explica que «quiere impedir que la mafia de los contrabandistas cambie sus rutas», según declaraciones del ministro conservador del Interior, Gerhard Karner. Viena también había introducido controles con Eslovaquia a principios de octubre, al igual que Praga y Varsovia.

Austria espera así mantener la tendencia a la baja registrada en los últimos meses, mientras que la presión migratoria aumenta en el resto de Europa. Sus vecinos han registrado un fuerte aumento de las entradas ilegales en su territorio, situación que ha llevado a la aplicación de medidas drásticas.

Alemania, destino favorito de los refugiados de Siria y Afganistán en particular, anunció el lunes el establecimiento de controles estacionarios en sus fronteras con Polonia, la República Checa y Suiza. La reintroducción de tales controles en el espacio Schengen sólo se permite en circunstancias excepcionales y debe notificarse a Bruselas antes de que pueda implementarse.