Claude Atcher, ex director general del Mundial de Rugby de 2023, presentó una denuncia en París para denunciar las condiciones en las que fue despedido en octubre de 2022, supo el martes la AFP por una fuente cercana al asunto. El Sr. Atcher presentó dos denuncias distintas contra Chained Duck.

El asunto Atcher comenzó en junio de 2022 tras un artículo del diario deportivo L’Équipe que revelaba testimonios anónimos que denunciaban un “clima laboral extremadamente degradado (…)” en el seno del Grupo de Interés Público (GIP) Francia 2023, con un “profundo malestar social”. entre el personal. Esto incluiría agotamiento, dimisiones y ataques de ansiedad bajo la influencia de la “gestión por el terror” ejercida por Claude Atcher y su jefe de gabinete. El Ministerio de Deportes decidió inmediatamente remitir los “elementos preocupantes” a la inspección del trabajo.

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El 29 de agosto, este ministerio anunció el despido “cautelar” de Claude Atcher por el tiempo necesario para la conclusión de la investigación de la Inspección del Trabajo. El 11 de octubre, a menos de un año del inicio del Mundial en curso, Claude Atcher, oficialmente destituido de su cargo, denunció la “implacabilidad judicial y mediática”.

Sus abogados, Mes Emmanuel Moyne y Geoffroy Goubin, no quisieron comentar sobre la presentación de la denuncia el martes. Según Le Canard Chainé, las denuncias se refieren en particular a la «intensa campaña de comunicación» que habría dirigido contra él la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, pero también a las condiciones en las que se recogieron los testimonios sobre él. Preguntado, el entorno del ministro no quiso hacer comentarios y el GIP no reaccionó inmediatamente.

El Sr. Atcher impugnará la rescisión de su contrato con el GIP ante el tribunal laboral de París el 31 de octubre. Estas revelaciones dieron lugar a dos investigaciones preliminares en París, una por tráfico de influencias y corrupción en relación con «los contratos celebrados», «las multas» y «los vehículos puestos a disposición» del Sr. Atcher, y otra por «acoso moral».