El terror islamista volvió a afectar a Francia este viernes. Aunque la amenaza está en su punto más alto desde hace varias semanas, un hombre entró el viernes por la mañana en un instituto de Arras (Paso de Calais). Este caucásico del expediente S mató a un profesor de literatura con un cuchillo mientras gritaba “Allah Akbar”. También dos personas resultaron gravemente heridas. A raíz de esta nueva tragedia, la primera ministra, Elisabeth Borne, «decidió elevar la postura del Vigipirate al nivel de ataque de emergencia», indicó Matignon, tras una reunión de seguridad en el Elíseo presidida por Emmanuel Macron.

El nivel de “ataque de emergencia” es el nivel más alto del plan Vigipirate. Puede implementarse después de un ataque o si un grupo terrorista identificado y no localizado toma medidas. Permite a las autoridades “la movilización excepcional de recursos” en muchos ámbitos, ya sea para la investigación o para la búsqueda de posibles sospechosos, cómplices o agresores. En octubre de 2018, durante el ataque al mercado navideño de Estrasburgo, que dejó cinco muertos y once heridos, el autor, Chérif Chekatt, fue perseguido por las autoridades durante más de 48 horas, antes de ser asesinado a tiros en el distrito de Neudorf.

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“Este nivel se establece por un período limitado: el momento de la gestión de crisis. Permite (…) también difundir información que pueda proteger a los ciudadanos en una situación de crisis”, indicamos en el sitio web de Vigipirate. Prevé “medidas excepcionales para alertar a la población” y “medidas excepcionales para prevenir cualquier riesgo de ataque inminente o posterior”. El sistema, actualizado desde la ola de ataques terroristas de 2015-2016, conduce también al establecimiento de controles fronterizos reforzados. Parte del plan está clasificado como “confidencial de defensa” y sólo puede ser consultado por instituciones estatales y determinados operadores privados.

En un contexto extremadamente abrasivo de conflicto entre Hamás e Israel, la amenaza terrorista es más relevante que nunca en Francia. El jueves, Emmanuel Macron anunció la movilización de 10.000 policías, gendarmes y soldados de la Operación Sentinel para garantizar la seguridad de los franceses. También se ha reforzado considerablemente la de los lugares de culto, en particular las sinagogas.