La actividad económica debería registrar un ligero aumento del 0,1% en el tercer trimestre en un contexto de desaceleración de la inflación, indicó el lunes el Banco de Francia. Aunque resiliente entre julio y septiembre, la actividad debería marcar una clara desaceleración tras el inesperado repunte del 0,5% del producto interior bruto (PIB) observado en el segundo trimestre. «La situación económica después del verano es menos favorable que la que teníamos justo antes del verano», declaró Olivier Garnier, director general de estadística, estudios y asuntos internacionales del Banco de Francia, al presentar el nuevo estudio económico mensual de la institución.

Pero «no estamos en absoluto (…) en una situación de recesión», añadió durante una rueda de prensa. En septiembre, el banco central dijo que esperaba un aumento del 0,1% al 0,2% del PIB en el tercer trimestre. De juillet à septembre, l’activité aurait bénéficié de la fin des perturbations dans les chaînes d’approvisionnement, de l’effet positif du redémarrage de réacteurs nucléaires et de la résistance de services comme l’hébergement ou la restauration, selon la Banque de Francia. En cuanto a los precios, la tendencia sigue siendo de apaciguamiento gracias a la bajada de los precios de las materias primas y a las más mínimas dificultades de suministro.

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Así, el 7% de los fabricantes declaró haber aumentado sus precios de venta en septiembre, frente al 29% un año antes; El 6% incluso los rebajó, según esta encuesta realizada entre unos 8.500 dirigentes empresariales entre el 27 de septiembre y el 4 de octubre. En el sector agroalimentario, un sector donde un proyecto de ley del Gobierno quiere avanzar en las negociaciones comerciales con la esperanza de acelerar las bajadas de precios en las tiendas, ya que muchos empresarios (7%) han reducido a medida que aumentaban sus precios (frente al 2% y 43% respectivamente hace un año).

En detalle, sólo en el mes de septiembre la actividad se mantuvo casi estable en la industria. Se avanzó en las obras de acabado del edificio y de los servicios, beneficiándose estos últimos especialmente del efecto Copa del Mundo de Rugby y de una climatología suave. Para octubre, la actividad debería recuperarse ligeramente en la industria, mientras que debería seguir avanzando en los servicios y las obras de acabado de la edificación. Las obras estructurales caerían bruscamente en un contexto de tipos elevados. Las dificultades de contratación, aunque están disminuyendo, siguen siendo elevadas (48% en septiembre frente al 50% en agosto). Para el conjunto de 2023, la Banque de France espera un crecimiento del 0,9%, algo menos de lo previsto por el gobierno (1%).