Los precios del petróleo se dispararon más de un 4% el lunes tras la sorpresiva ofensiva este fin de semana del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel, que hizo temer sus consecuencias en términos de suministro de la región rica en oro negro. El precio del barril de Brent del Mar del Norte subió un 4,7% hasta 86,65 dólares. En cuanto al barril de American West Texas Intermediate (WTI), al inicio de la negociación en los mercados asiáticos subía un 4,5% hasta 88,39 dólares.
El ataque sorpresa y la declaración de guerra de Israel el domingo contra el movimiento islamista palestino ha dejado ya más de 1.100 muertos y se teme un nuevo aumento de las tensiones en Oriente Medio. «Lo que es clave para los mercados es si el conflicto permanece contenido o se extiende a otras regiones, particularmente a Arabia Saudita», dijeron Brian Martin y Daniel Hynes, analistas de ANZ. “Al menos inicialmente, los mercados parecen creer que la situación seguirá siendo limitada en alcance, duración e impacto en los precios del petróleo. Pero podemos esperar una mayor volatilidad”.
Esta crisis llega en un momento en que los precios del petróleo ya son altos debido a las preocupaciones sobre una caída en la producción de Rusia y Arabia Saudita. También genera temores sobre sus consecuencias sobre la inflación. El aumento de los costes de la energía es una de las principales causas del actual aumento de precios.
El WTI y el Brent, los dos índices de referencia mundiales, primero subieron brevemente más de un 5% en los mercados asiáticos antes de volver a caer por debajo de ese listón. Stephen Innes, de SPI Asset Management, advirtió, sin embargo, diciendo que la historia ha demostrado «que los precios del petróleo tienden a registrar ganancias sostenidas después de las crisis en el Medio Oriente».
El viernes, los precios del petróleo terminaron ligeramente al alza en Nueva York, beneficiándose sólo marginalmente del retorno del apetito por el riesgo, compensado por las persistentes preocupaciones sobre la demanda global y el levantamiento parcial de las restricciones impuestas por Rusia a las exportaciones de diésel. Par ailleurs, la semaine dernière, un panel de l’Organisation des pays exportateurs de pétrole et de leurs alliés (Opep ) a recommandé de maintenir la stratégie actuelle de baisse de production, renforcée par les coupes saoudiennes et russes, dans le but de soutenir los cursos. También elogió “los esfuerzos de Arabia Saudita”, líder del grupo, que ha reducido voluntariamente su producción en un millón de barriles diarios desde julio.
El Ministerio de Energía saudí ha confirmado la continuación de esta medida hasta finales de 2023. Por tanto, la producción del reino debería ascender a unos 9 millones de barriles diarios durante los meses de noviembre y diciembre, precisó. Rusia, otro peso pesado de la OPEP, también mantiene la reducción de sus exportaciones en alrededor de 300.000 barriles por día hasta diciembre, afirmó el viceprimer ministro Alexandre Novak. Estas decisiones se suman a las reducciones introducidas desde principios de mayo y vigentes hasta finales de 2024 por nueve países, entre ellos Riad, Moscú, Bagdad y Dubai, por un total de 1,6 millones de barriles diarios.