Decenas de miles de personas se manifestaron el domingo en Barcelona contra la amnistía que la izquierda está negociando con los partidos independentistas catalanes, para obtener su apoyo imprescindible para la toma de posesión del socialista Pedro Sánchez como jefe del Gobierno español.
Con gritos de “¡No a la amnistía!” y Carles “¡Puigdemont en prisión!”, que lleva el nombre del expresidente de Cataluña que en 2017 encabezó el fallido intento de secesión de esta región del noreste de España, la multitud blandía banderas españolas a lo largo del Paseo de Gracia en el centro de la ciudad catalana. capital.
La manifestación, organizada por la plataforma antiindependentista de Sociedad Civil Catalana bajo el lema “Ni en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación”, tuvo lugar también en presencia del líder del Partido Popular (PP, conservadores) , Alberto Núñez Feijóo, y el del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal.
Tanto la derecha como la ultraderecha se oponen firmemente a la posible concesión de un indulto a los separatistas catalanes perseguidos por los tribunales por su participación en los hechos de 2017 exigido por los separatistas a cambio de su apoyo a la toma de posesión de Perdro Sánchez.
«No es una amnistía que tenga como objetivo la reconciliación, lo que tiene como objetivo exclusivo es (obtener) la presidencia del Gobierno español», afirmó a la prensa Feijóo, que no dejó de convertirse en primer ministro la semana pasada. Por ello, el Rey de España Felipe VI instruyó este martes a Pedro Sánchez, en el poder desde 2018, para que sea candidato a la candidatura en estas funciones, aunque su partido sólo acabó en segundo lugar en las elecciones legislativas del 23 de julio, por detrás del PÁGINAS.
Beneficiándose ya del apoyo de la extrema izquierda, con la que gobierna en coalición desde 2020, parece más capaz que Feijóo de obtener luz verde de la mayoría absoluta de los diputados. Para ello, sin embargo, Pedro Sánchez también necesita la aprobación de los partidos independentistas catalanes, con los que prometió mostrar «generosidad».
“Una amnistía es como decir que lo que hicieron era legal y eso no es cierto, es mentira. Ce serait comme dire que la Constitution actuelle est injuste et c’est un mensonge», s’est exclamée au cours de la manifestation de dimanche Araceli Rodríguez, une professeure d’université de 53 ans, un chapeau décoré aux couleurs du drapeau espagnol sur la cabeza.