Israel amaneció este sábado 7 de octubre en estado de shock. El brazo armado de Hamás, un grupo islamista palestino, ha lanzado un ataque masivo contra el territorio del Estado judío. Simultáneamente con una lluvia de más de 2.000 cohetes, varios atacantes lograron, por tierra y aire, cruzar la frontera desde la Franja de Gaza.
A las 7:30 a. m., la agencia de noticias israelí Metula afirmó tener “evidencias visuales de que terroristas están utilizando parapentes motorizados” en el sur. Información confirmada por el portavoz de las FDI, el ejército israelí, que indica que sus tropas estaban enfrascadas en combates terrestres en “varios lugares alrededor de la Franja de Gaza” contra combatientes infiltrados “utilizando parapentes” por mar y por tierra.
Redoblando su operación, denominada “inundación de Al-Aqsa”, con una fuerte comunicación en las redes sociales, la propia Brigada Al-Qassam de Hamás difundió un vídeo que muestra a miembros del Escuadrón Saqr llegando desde el cielo al territorio israelí, utilizando parapentes motorizados. Posteriormente, los infiltrados afirmaron haber tomado como rehenes a decenas de civiles y soldados israelíes, respaldando sus declaraciones con vídeos violentos que mostraban cuerpos desnudos y ensangrentados, que dijeron haber traído de regreso a la Franja de Gaza.
Los especialistas contactados por Le Figaro confirman que la técnica del ataque no tiene precedentes por parte del movimiento terrorista. Desde que Hamás controló la Franja de Gaza en 2006, las raras incursiones en territorio israelí siempre se han llevado a cabo de forma clandestina. Así, las imágenes de excavadoras y atacantes palestinos atravesando las vallas de alambre en la frontera para entrar en territorio israelí crearon una onda expansiva. “Hasta ahora, los intercambios de disparos y lanzamientos de cohetes eran frecuentes a ambos lados de la frontera. Pero estos ataques terrestres son los primeros”, afirma Sarah Daoud, estudiante de doctorado en el Centro Internacional de Investigación Sciences Po.
En Sísifo en Gaza, un análisis militar publicado en su blog, el coronel Michel Goya ya explicó en 2015 que Hamás estaba desarrollando capacidades de incursión dentro del territorio israelí para sortear la barrera defensiva. El analista mencionó en particular una unidad de 15 hombres entrenados, a principios de la década de 2010, para utilizar parapentes motorizados para cruzar el muro. Pero «esta unidad no participó en la guerra de 2014», afirmó el coronel este sábado en una entrevista con Le Figaro, y a priori nunca habría servido desde entonces.
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En su análisis, Michel Goya también indicó que Hamás estaba entrenando equipos de buzos destinados a desembarcar en las playas. El movimiento también había construido entonces unos cuarenta túneles ofensivos, algunos de ellos de casi tres kilómetros de longitud, para preparar una posible incursión. «Estructuras de hormigón, colocadas entre diez y treinta metros bajo la superficie y de varios kilómetros de longitud», algunas de ellas «equipadas con sistemas de carriles y carros», detalló el analista.
¿La inteligencia israelí anticipó mal o no este modo de ataque desde el aire? “No estoy seguro”, comenta la investigadora Sarah Daoud. Creo que las autoridades israelíes conocen muy bien el arsenal militar de que dispone el brazo armado de Hamás. Lo que les sorprendió fue más bien el momento elegido para el ataque”, opina el investigador. “Y es probable que la respuesta israelí sea bastante contundente. La espiral hacia la guerra es totalmente posible en esta etapa”.
