Los Estados miembros de la UE y los eurodiputados alcanzaron este jueves un acuerdo para acelerar la reducción de los gases fluorados con vistas a su eliminación de aquí a 2050, en el marco del amplio plan climático europeo. Estos últimos son esencialmente hidrofluorocarbonos (HFC) utilizados en refrigeradores y aires acondicionados. El texto prevé ampliar en los próximos años las prohibiciones sobre aparatos (frigoríficos, bombas de calor, etc.) y materiales que contengan gases fluorados, con plazos precisos en función de los dispositivos y del potencial de calentamiento de los gases que contienen.

Estos gases fluorados, también presentes en los aparatos eléctricos o como agentes espumantes en las espumas, son potentes gases de efecto invernadero que un acuerdo global (Protocolo de Montreal) pretende eliminar progresivamente. Su efecto de calentamiento es hasta 25.000 veces mayor que el del CO2. La legislación, negociada por la presidencia española de la Unión Europea en nombre de los Veintisiete, aún debe ser ratificada formalmente por los estados miembros y el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor.

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En detalle, establece una prohibición total de la comercialización de varias categorías de productos que contienen HFC, con un calendario acelerado: los frigoríficos de consumo serán el objetivo a partir de 2026 y determinadas bombas de calor y sistemas de aire acondicionado estarán prohibidos a partir de 2027. Aerosoles técnicos y Las espumas también están previstas para 2030 y 2033, respectivamente. Se prevén exenciones en caso de requisitos de seguridad, y se podría considerar un número limitado de cuotas adicionales para bombas de calor si fuera necesario para alcanzar los objetivos de transición energética de la UE.

El objetivo es reducir a cero de aquí a 2050 el uso de hidrofluorocarbonos (HFC), cuya producción en la UE ya se reducirá drásticamente de aquí a 2036, en virtud de un sistema de cuotas que irá disminuyendo progresivamente, del que sólo quedará exenta la producción de semiconductores. También se prohibirá la exportación fuera de la UE de equipos de refrigeración, aire acondicionado o bombas de calor que contengan gases fluorados con un alto potencial de calentamiento global.

«Este ambicioso acuerdo que pone fin a los gases fluorados fue crucial, no sólo porque estos gases son extremadamente perjudiciales para el clima, sino también porque aportamos claridad a las empresas y, por tanto, seguridad a la hora de invertir», saludó el eurodiputado holandés Bas Eickhout ( Verdes), ponente del texto. “Las empresas europeas ya están a la vanguardia del desarrollo de alternativas limpias a los gases fluorados. Por tanto, esta ley será beneficiosa para el clima y la economía europea”, aseguró.