Ante la violencia de la que son cada vez más víctimas las batas blancas, el ejecutivo elabora su plan. Este viernes por la mañana, el Ministro Delegado responsable, en particular, de las profesiones sanitarias desvelará varias medidas destinadas a garantizar la seguridad de estos trabajadores, en contacto directo con el público.
En RMC, Agnès Firmin Le Bodo proporcionó detalles, apenas una hora antes de la presentación oficial. Este plan apunta a la medicina comunitaria, como los hospitales, afirmó, añadiendo que estos atacantes son «en su mayoría» pacientes, pero a veces también profesionales. Las agresiones “han ido en aumento durante varios años”, argumentó, citando un aumento de “más del 20% en un año”, según la Orden de Médicos. «30.000 profesionales», casi la mitad de los cuales son enfermeros, son agredidos en los establecimientos, según el ministro delegado.
Ante esta observación, el ejecutivo desvelará su plan, definido en “tres ejes principales”. En primer lugar, sensibilizar a los franceses para que todos comprendan bien la “tolerancia cero” ante los ataques. En noviembre se llevará a cabo una campaña de información, especialmente en los consultorios urbanos y en las residencias de ancianos. Al mismo tiempo, se capacitará a profesionales en “manejo de la agresividad”, para saber cómo responder ante estos actos. También se formará a 150.000 profesionales en “primeros auxilios en salud mental” de aquí a 2025.
El segundo eje se refiere a la prevención. El ejecutivo desea, en particular, pensar en “el diseño mismo de los edificios” teniendo en cuenta el aspecto de la seguridad. El ministro delegado citó el ejemplo de los «servicios de emergencia», que no estaban diseñados para «gestionar el flujo» de pacientes, creando dificultades que propiciaban un aumento de las tensiones. Por tanto, las instalaciones futuras deberán diseñarse teniendo en cuenta este problema. El gobierno también podría desplegar “videoprotección” en estos lugares.
Al mismo tiempo, el gobierno quiere desplegar “dispositivos” destinados a proteger a los trabajadores sanitarios cuando se desplazan a los domicilios de los pacientes. Entre las vías sugeridas se encuentra un “botón de alerta” proporcionado a los profesionales interesados o su geolocalización. También podrán enviar un “código” a un número dedicado para indicar un problema.
El último eje consiste en apoyar a las víctimas: «Estamos respondiendo a una fuerte demanda», por ejemplo creando un «delito de desacato a los cuidadores», con «sanciones adaptadas». Además, el director del establecimiento podrá presentar una denuncia en lugar del agente agredido, si éste teme represalias y no se atreve a hacerlo en su nombre. Dos medidas “muy esperadas” por los batanes blancos, afirmó el ministro delegado.
Este plan era esperado desde hacía mucho tiempo por los profesionales. Los actos de agresión han aumentado en los últimos años, complicando aún más su ya difícil vida cotidiana. El pasado mes de mayo, el Observatorio de Seguridad Médica reveló cifras preocupantes, destacando un aumento del número de violencia del 23% en 2022 respecto al año anterior. “Todo cuidado al paciente puede ser peligroso”, se alarmaba en nuestras columnas el presidente de la Orden Nacional de Enfermeras, Patrick Chamboredon. El año pasado se registraron 1.244 incidentes, frente a 1.009 en 2021 y… 638 en 2003. Los médicos de cabecera representaron la mayor parte de las víctimas. Ciertas tragedias también han marcado la actualidad, como la muerte de una enfermera, apuñalada en el hospital universitario de Reims el pasado mes de mayo. El gobierno prometió entonces ser “intratable” ante estos actos, en palabras del ex ministro de Salud, François Braun.
Para el ejecutivo, el desafío también es tranquilizar a los profesionales que ya están gravemente afectados por la pandemia de Covid-19. Y esto, mientras todavía se esperan refuerzos en los establecimientos de salud y entre los liberales y muchos estudiantes abandonan sus cursos en el camino. «Si queremos que los jóvenes quieran hacer estos trabajos, tenemos que abordar este tema», abogó el ministro delegado.