Para la gendarmería nacional, la secuencia no tiene precedentes en su centenaria historia. Se crearán no menos de 200 nuevas brigadas en los próximos diez años para fortalecer su arraigo territorial y sus vínculos con las poblaciones, en particular con las que viven en la “profundidad del territorio”. Después de cerrar unas 500 unidades entre 2007 y 2016 para crear entonces “comunidades de brigadas”, la gendarmería está realizando un giro estratégico que muchos cargos electos pedían. La institución, que cubre el 95% del territorio, tuvo que volver a poner el acento en las zonas periféricas que habían quedado en barbecho. Compuestas por entre cuatro y seis soldados, las nuevas “ventanas” de la “casa azul” deben cumplir un objetivo claramente asignado: reforzar el contacto con el público para centrarse en la delincuencia cotidiana y luchar mejor contra la violencia doméstica. Este redespliegue también apunta a densificar la huella territorial de las fuerzas del orden en los sectores más afectados, donde la “división social” es más fuerte.

La idea de crear 200 brigadas fue lanzada por el presidente Emmanuel Macron, en septiembre de 2022, en Tarn. En el proceso, el Ministro del Interior dirigió un largo proceso de consulta con prefectos y funcionarios electos para seleccionar las mejores ubicaciones. Sobre el papel, el objetivo es desplegar de tres a cuatro estructuras por departamento y allí se asignarán 2.144 puestos de gendarmería a tiempo completo. En total, se plantearon no menos de 350 proyectos procedentes del campo y de los sectores periurbanos antes de una clasificación final en función de cuestiones operativas pero también de limitaciones de terreno, sabiendo que las brigadas tomarán la forma de cuarteles pero también de maquinaria móvil. Presentado como “de alta tecnología”, este último llevará a bordo todos los terminales y equipos de recogida de denuncias de la gendarmería. «La ambición declarada es estar al encuentro de nuestros conciudadanos, aparcando en las plazas de los pueblos que sufren un vacío administrativo», afirma una fuente cercana al asunto.

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El mapa de ubicaciones, muy esperado y que será examinado por los cargos electos, será desvelado el próximo lunes en Lot-et-Garonne por Emmanuel Macron y Gérald Darmanin. En septiembre de 2021, en Roubaix, el Jefe de Estado anunció su intención de mejorar la acogida de las víctimas y “dejar más moretones en el suelo” para “duplicar la presencia de policías y gendarmes en las carreteras públicas en un plazo de diez años”. En ese momento, los sindicatos guardaron un silencio dudoso. Para alcanzar este objetivo se ha liberado un presupuesto de 15.000 millones de euros para cinco años. Después de los disturbios que sacudieron a Francia, el ejecutivo intenta por todos los medios reforzar el vínculo, en algunos lugares desgastado, entre la policía y una población que exige más seguridad.