El Sindicato de Directores de Escuelas (S2dé) denunció el miércoles 27 de septiembre la suspensión de una directora de una escuela infantil en Conches-en-Ouche, un municipio de Eure donde se encontraba una niña de tres años que murió tras presunta violencia por parte de su madre y padrastro.

El martes, además de la suspensión “cautelar” del director, el rectorado anunció que había iniciado “una investigación administrativa para esclarecer la cadena de denuncias de hechos por parte de los servicios de Educación Nacional”. La pequeña, con “múltiples hematomas” de diferentes edades en el cuerpo, falleció la noche del sábado al domingo tras su llegada al hospital universitario de Rouen a la 01:53 horas, a pesar de la intervención de los servicios de urgencia en el domicilio familiar de Conches. sur- Ay.

Según el fiscal de Évreux, Rémi Coutin, la niña “no habría estado en la escuela la semana anterior a la tragedia” y “ni la gendarmería, ni la justicia, ni los servicios de bienestar infantil no habían sido informados” de la situación. “Difícil soportar la violencia” que sufre la pequeña. En un comunicado de prensa titulado “Opprobre”, el Sindicato de Directores de Escuelas de Educación Nacional (S2dé), lamenta que el director de escuela sea “la mecha ideal para asumir todas las responsabilidades, todos los males de nuestro país.

“Somos responsables de todo mientras sufrimos todos los fallos del sistema sin el menor medio: sin vida escolar para llamar cada mañana a las familias de los estudiantes ausentes, sin secretaría para gestionar las llamadas telefónicas o los correos electrónicos en tiempo real, sin personal presente en los pasillos en horario de clase, directores, el 80% de ellos, que tienen una doble tarea: enseñar y dirigir”, continúa el comunicado.

“La investigación ciertamente determinará la verdad y las responsabilidades de cada persona, pero todos deberían ser culpables: los vecinos que escucharon los numerosos argumentos según sus propias declaraciones, el ayuntamiento de Conches-en-Ouche donde vivía esta familia, los comerciantes dónde estaban haciendo sus compras, la persona que llamó al 119 y la persona que dijo que volviera a llamar…», enumera el sindicato, que dice haber escrito al Ministerio de Educación Nacional para solicitar «una entrevista de emergencia». “Ayer estábamos molestos, hoy estamos asqueados por este oprobio”, concluye el comunicado de prensa.

En el aspecto legal de este caso, la madre y su pareja fueron imputados por homicidio de una menor de 15 años y violencia, y puestos en prisión preventiva.