Le Fígaro Nantes

La culpa es del queso. Fiebre creciente, vómitos, diarrea e incluso hospitalizaciones por deshidratación: el inicio de la primavera no fue fácil para los niños que asisten a las escuelas de La Chevrolière, a unos diez kilómetros al sur de Nantes. En total, 24 escolares, en su mayoría de sectores pequeños, mostraron signos de una “gastroenteritis brutal”, que en parte se transmitió a sus respectivas familias en los días siguientes. Conocida a principios de abril de esta fuente de contaminación, la unidad de vigilancia y alerta de la Agencia Regional de Salud (ARS) de Pays de la Loire examinó el problema y designó, el lunes pasado, al responsable posible de esta conmoción: un queso tipo raclette, elaborado con leche cruda, contaminado con salmonella.

A principios de marzo se contaron los primeros niños enfermos. Alertada por primera vez en ese momento, la ARS estimó entonces que carecían de elementos para caracterizar una crisis sanitaria, confía a Le Figaro el alcalde de Les Républicains de la ciudad, Johann Boblin. “A pesar de la legítima preocupación de las familias, permanecimos a oscuras durante algunas semanas, antes de que el creciente número de casos de contaminación acabara alertando a las autoridades”, afirma el funcionario electo.

El análisis de muestras de alimentos tomadas en el restaurante escolar de la localidad por investigadores de la Dirección Departamental de Protección a la Población (DDPP) permitió identificar rastros de la bacteria incriminada. La salmonella se encontró “en un trozo de queso de “vaca””, según una nota informativa del ARS destinada a los padres de los estudiantes de La Chevrolière, que Le Figaro pudo consultar.

Leer también Los tejones provocan la interrupción del tráfico de la SNCF entre Nantes y Châteaubriant

Una explotación vecina que produce leche y quesos biológicos (entre ellos una piel de vaca “dulce” y “afrutada” madurada entre 3 y 5 meses) confirma haber sido objeto de inspecciones recientemente. «Los análisis aún están en curso», asegura uno de los productores, contactado el jueves por la tarde. Información confirmada por Johann Boblin, a la espera también de datos del DDPP. “Tampoco es imposible que la contaminación se haya producido después de la fase de producción del queso, por ejemplo durante su transporte”, recuerda.

El restaurante escolar común a los tres establecimientos de La Chevrolière fue inspeccionado de arriba a abajo el 11 de abril, en el marco de la investigación llevada a cabo por la DDPP. Se realizó una desinfección “preventiva” de los equipos y, de acuerdo con las recomendaciones de la ARS, también se fortalecieron las medidas de higiene dentro de la comunidad. Responsable de problemas digestivos que pueden durar algunos días, la salmonella puede transmitirse por contacto con personas infectadas, así como por la ingestión de alimentos contaminados, como productos lácteos crudos o carnes poco cocidas.