El 2 de abril, en Montpellier, Samara, de 14 años, fue golpeada por otros adolescentes delante de su escuela. Hasta sumergirla en coma. Un drama que estaría alimentado por los celos y la práctica del Islam, según los testimonios de compañeros: la víctima se maquilla, habla con los chicos, mientras que Myriam, la presunta agresora, es practicante, no se maquilla y no puede “coquetear”. » con chicos. Una versión cuestionada por el abogado del sospechoso.
Maurice Berger: “El funcionamiento comunitario, familiar o religioso legitima la violencia”
El 4 de abril, Shemseddine, de 15 años, fue asesinado cuando salía de su colegio en Viry-Châtillon. Cinco personas, entre ellas cuatro menores, fueron procesadas. Entre ellos, dos miembros de una misma familia cuya hermana de 15 años mantenía correspondencia con personas de su edad “sobre temas relacionados con la sexualidad”. Temían “por su reputación y la de su familia”.
cultura del clan
Según el psiquiatra infantil Maurice Berger, especialista en violencia menor, estos dos casos tienen muchos puntos en común. “Ya sea Myriam o los atacantes de Shemseddine, tenemos menores que no tienen pensamiento diferenciado”, analiza. Myriam está atrapada en un pensamiento bajo la influencia de su familia, y los atacantes de Shemseddine están atrapados en una cultura de grupo según la cual la niña no debe avergonzar a su familia, es decir, alejarse del clan y del grupo.