Dos hombres fueron acusados, respectivamente, de tráfico de drogas y de complicidad en el tráfico, tras la muerte de un cincuentón en Burdeos y el descubrimiento en su domicilio de productos relacionados con el chemsex, supo el domingo la fiscalía.

Se abrió una investigación judicial «por homicidio involuntario y tráfico de drogas, es decir, adquisición, posesión, oferta y transferencia, importación y utilización», indicó a la AFP la fiscalía de Burdeos, confirmando informaciones del diario Sud Ouest.

La víctima, un hombre nacido en 1966, fue encontrada muerta el lunes por la noche en su domicilio, en presencia de dos hombres que pidieron ayuda. En el sitio se encontraron productos “relacionados con Chemsex”, como 3MMC y GBL.

Según una fuente policial, los primeros hallazgos y audiencias sugieren que la muerte se produjo durante una velada de chemsex, término basado en la contracción de «sustancias químicas», que designa el hecho de consumir productos psicotrópicos con el objetivo de intensificar y prolongar las relaciones sexuales.

Después de que cuatro personas fueran detenidas esta semana, el sábado fueron presentados ante un juez dos hombres nacidos en 1990 y 1984 respectivamente.

El primero fue acusado de tráfico de drogas y el fiscal solicitó su prisión preventiva. El individuo, habiendo solicitado un debate aplazado, fue encarcelado el sábado por la tarde y el debate contradictorio ante el juez de libertades y detención tendrá lugar el miércoles.

El segundo individuo fue acusado de complicidad en tráfico de drogas y puesto bajo supervisión judicial, de acuerdo con las órdenes del fiscal.

Este caso se produce poco después de la apertura en Burdeos de tres investigaciones distintas sobre cuatro sobredosis, dos de ellas mortales, sufridas a mediados de marzo con varios días de diferencia por hombres que consumían productos relacionados con el «chemsex». El martes, la fiscalía no estableció “ningún vínculo” entre esta nueva muerte y casos anteriores.

El “Chemsex” apareció en los años 2000 y la práctica se ha visto favorecida en los últimos años por aplicaciones de citas como Grindr, para “sexparties” durante un largo período de tiempo (un fin de semana, varios días seguidos).

Además de los riesgos de sobredosis o ligados a la inyección de estupefacientes, esta práctica puede provocar un cansancio intenso, con efectos de depresión, ansiedad y paranoia entre sus más diligentes seguidores.